1. Corazones negros 1


    Fecha: 08/04/2019, Categorías: Hetero Incesto Autor: neko534, Fuente: SexoSinTabues30

    ... lado, me empezó a acariciar el cabello, la cara, sentía su mano grande y tosca recorriendo mis cejas, mi nariz, mis labios, de una manera tan delicada. si antes no quería abrir los ojos por miedo, ahora no los quería abrir por relajación y el placer de sus suaves caricias. poco a poco bajo por mi cuello, y su mano se posó en una de mis tetitas, que recién se estaban pronunciando, eran solo unos botoncitos de carne rosada, sentía como trataba de apretaralas suavecito entre su pulgar y su índice, recorriendo la carne alrededor del pezoncito y apretandolo… despacio, una vez, otra y otra, tirandolo un poquito, mientras la estimulación las erguía, las hinchaba. sentí cosquillas, pero diferentes, no me dieron ganas de reír, sentía un calor tan rico y suave que me recorría por completo. después de un rato paso a la otra y repitió el mismo proceso.
    
    estábamos jugando a lo mismo que hacíamos en el chat.. escuchaba atento, sintiendo el calor de su mejilla rozando la mía, cada una de sus palabras era un bombeo de sangre que me hinchaba la verga a medida que la escuchaba… ella lo sabía, lo sentía y lo disfrutaba.
    
    – cuando su mano llegó a mi estomago lo acarició despacio, subió un poco la polera y toco mi piel, cuando sentí sus manos un poco ásperas y tibias, una electricidad suave me tocó… era ansia, nerviosismo, incluso un poco de miedo y placer… todo en un solo momento. y comenzó a buscar, a buscar las mismas tetitas que hace un momento estaba acariciando y que ya estaban hinchadas por sus tocaciones. cuando llegó al pezón y empezó a repetir el mismo movimiento, las sensaciones que hasta ese momento había sentido, se multiplicaron, tanto que empecé sentir una calor en mi entrepierna, comencé a sentirla un poco húmeda, pensé que me estaba haciendo «pipi», pero el nerviosismo y el miedo a la situación hizo que me quedara quieta, aunque sentía que mi cuerpo estaba estallando en sensaciones, no podía moverme…
    
    mi verga se estaba reventando dentro del pantalón, mi excitación ya se notaba a simple vista, aunque como estábamos solos en el parque y ya era de noche, poco importaba. tome una de sus manos, que estaba igual de tibia que la mía. La respiración de ambos estaba agitada. y comencé a mover mi mejilla, como tratando de acariciar la suya y de a poco acercaba mi boca a la de ella, no podía aguantarme, no podía. tantos meses deseando su cuerpo, escuchándonos contar lo que realmente nos gustaba, sin miedo al «qué dirán»… estaba derretido por su presencia, por su voz. suavemente acerqué mis labios a los suyos y se comenzaron a frotar suavemente. Ambos teníamos la boca entreabierta y podíamos sentir el calor de nuestros alientos mientras nuestras bocas coqueteaban entre caricias lentas. su mano bajo a mi entrepierna, cuando llego a mi verga, suspiro súbitamente, la apretó bien fuerte y yo con ese mismo impulso, concluí el beso que tanto esperábamos… una danza acuosa de carnes rojas, en la intimidad al descubierto que un parque perdido que la ciudad nos ...
«1234...8»