Sombras del olvido 5 Final - Relatos Eróticos

Sombras del olvido 5 Final

... lugar, me pone algo así como un collar, y me da la orden de caminar en cuatro patas. Ingresamos a un lugar que podría ser un dormitorio, me hace sentar al costado de una cama, puedo darme cuenta que se desviste, y escucho su voz ordenando: vamos perra, tu ya sabes que hacer. Entonces abrí la boca y su verga comenzó a golpear mi garganta hasta ingresar en ella, y, a los pocos minutos descargó todo en ella. De inmediato me ató a la cama soltó el broche que separa mis tetas del ombligo, me quito la tanga y comenzó a jugar, con ese arsenal de artefactos e instrumentos eróticos por todas mis partes erógenas, mientras cacheteaba mis tetas, pellizcaba mis pezones y castigaba mis nalgas. Me ordenaba que me colocara en determinadas posturas para usar, como hacíamos en los juegos, todos los elementos eróticos y me ordenaba no tener orgasmos. al rato me quitó el pañuelo y me desató. debía estar todo el tiempo mirando el piso sin levantar la cabeza y solo podía hablar si él me lo indicaba. Me hizo sentar en una silla, de manera invertida, con mis piernas abiertas, y mi torso apoyado en el respaldo y me volvió a atar, volvió a vendarme los ojos, y comenzó a castigarme la espalda con con algo, que podría ser un látigo, de un material liviano, pero algo dolía. después me desató se había excitado dándome órdenes y castigándome. Después me llevó a la cama y me cogió un par de veces, mientras me besaba con inusitada pasión. Cuando dejaba de besarme no paraba de cachetearme las tetas, tenía las tetas y las nalgas totalmente rojas.

Despues me preguntó si tenía hambre, No se que le respondí. Me ordenó que prepare algo para comer que dentro de un rato viene Dino y vas a tener que estar con todas las energías. ¿Dino? dije. No te hagas la que no sabes quien es, bien que te lo cogiste cuando me tuve que ir a trabajar a Centroamérica. ¿Y por qué viene él?, pregunté. Me dio una cachetada, no muy fuerte, pero dolió bastante. Te dije que sólo puedes hablar si yo te lo indico, y me dijo: Dino viene para que tengas una fiesta inolvidable. Preparé unos fideos a la boloñesa.

Cuando llegó Dino, antes de comer me llevó a la pieza, me tiró en la cama y me inundó la vagina con esperma. Despues de almorzar fue un no parar de cogerme, golpearme y humillarme, se excitaban provocando dolor, humillación y degradando mi condición de mujer. Las únicas palabras que se escuchaban eran¡¡ZORRA!! ¡¡PUTA!! ¡¡PERRA!! Y golpes.

Un amigo mío y de Vítor en las épocas universitarias solía decir que la violencia de género, en parte era cultural, pero otra parte era propia de homosexuales reprimidos que carecen de placer anal y la frustración los lleva a tener y ejercer esa violencia en contra de las mujeres.

Se hizo de tarde y no soportaba más. Por supuesto que, no había tenido un solo orgasmo en todo el día y, lo que me hicieron estos animales, no era muy distinto a lo que me hacía César en aquellos años universitarios. Ni notaron mi falta de entusiasmo, estaban muy ocupados en tener sus ...