1. Puta por alcohólica


    Fecha: 07/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... encontraba sentado.
    
    De estar pasando mi lengua por todo el tallo de su miembro, y lamiendo la cabeza de su verga y sus peludas bolas, comencé a meterme su verga dentro de mi boca, al principio tan solo la cabeza, pero poco a poco comencé a ir chupando todo, mientras que mi garganta y boca se acostumbraban y contenía las ganas de vomitar que eso me produce. Ocasionalmente levantaba la mirada para verlo a los ojos, y me daba cuenta de lo mucho que Orlando disfrutaba cuando me ponía a mamar su verga, hasta que en cierto momento sin decirme nada, tan solo ofreciéndome otro trago, me hizo señas con uno de sus dedos, eso quería decir que al tiempo que le mamaba la verga él quería que yo me tocase el coño, frente a él. Cosa que hice de inmediato después de darme ese otro trago.
    
    Ocasionalmente mientras me obligaba a mamar, Orlando se pone medio sádico, me insulta, me trata de perra, de puta y de todo aquello que se le ocurra. Cuando ya está cansado de que se lo mame, me toma del brazo, y a la brava me conduce a su cama y tirándome en ella me pone boca abajo, y me ordena que separe mis nalgas, después me las escupe, y sin compasión alguna me clava su verga por el culo. Yo trato de evitarlo, pero sus fuertes nalgadas me obligan a que me quede quieta, y aunque le ruegue que no lo haga, finalmente como siempre termina de meter su verga dentro de mi adolorido culo, hasta que le da gusto y gana. Mientras que yo me quejo del dolor, pero sin dejar de moverme, porque si no es peor.
    
    Cuando finalmente Orlando se viene, saca su verga y riega toda su leche sobre mis nalgas y espalda, hasta que finalmente se queda tranquilo, y yo con un gran dolor entre mis nalgas. En esos momentos lo odio como no tienen una idea, pero apenas se levanta, me trae otro trago, me lo bebo y el dolor se me olvida. Después de eso me lave y Orlando me ayudó a vestir, también me dio una caneca de ron a medio tomar y como de costumbre me puso en la puerta de su apartamento.
    
    De camino a casa, en plena calle, me di un trago de la caneca de ron, y me doy cuenta de que son cerca de las once de la noche, así que poco a poco, me dirijo a pie hasta mi casa, procurando caminar lo más recto posible, para que no se notase que estoy bebida. Yo estaba consciente de estar bien borracha, pero se detuvo un taxi y me preguntó si deseaba que me llevase. Antes de montarme le di un vistazo a mi cartera, pero no encontré mi monedero, y le dije al chofer que no tenía un centavo, él se me quedó viendo y me dijo. Si quieres nos vamos a tomar un trago que yo invito, y después te dejo en tu casa. Yo no lo conocía de nada, eso que me había dicho sonaba a cómo, que me quiero acostar contigo, y con todo y eso nada más por él decirme que me invitaba un trago, terminé metiéndome en su auto, sentándome a su lado. Apenas lo hice me terminé de dar el último trago que tenía la botella, y sentí su mano derecha que, metiéndose bajo mi falda, a lo que yo en lugar de retirar su mano, le dirigí una tonta sonrisa, ...
«1234...»