1. Puta por alcohólica


    Fecha: 07/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    Lo cierto es que no sé ni por donde comenzar, bien, mi nombre es Raquel y
    
    De lunes a viernes trabajo, en la oficina de un abogado, pero apenas salgo y llego a casa durante la semana lo primero que hago en lugar de darme un baño, o quitarme la ropa es tomarme un trago primero, y luego otro y otro a medida que me quito la ropa para después darme un baño, ceno algo por aquello de tener algo en el estómago, y me pongo a ver alguna novela o película en la tv, así que hasta finalmente me quedo dormida, frente a la tv o en mi cama.
    
    Pero los fines de semana salgo, visito a mis padres, que ya tienen como ochenta años, y después me voy de compras o al cine. Al salir ocasionalmente me detengo en un supermercado a comprar mis provisiones incluyendo la bebida, para llevarla a casa. Pero el fin de semana pasado, como a eso de las seis de la tarde, me encontré con un viejo conocido mío, Orlando.
    
    Nos pusimos a charlar y como él sabe cuál es mi debilidad, me invitó a tomar una cerveza, invitación a la que como de costumbre, no supe cómo decirle que no, sabiendo en que finalmente terminaría dejándome hacer lo que Orlando quisiera, a cambio de un trago. De esa primera cerveza, pasamos a la segunda, luego a la tercera, y así sucesivamente hasta que perdí la cuenta de cuantas me había bebido.
    
    Orlando me invitó a su apartamento, a pesar de lo tomada que estaba, le dije. Que no, hasta que él me dijo. Que podíamos seguir bebiendo sin que nadie nos molestase, decirme eso y yo aceptar, fue la misma cosa. Al llegar a su apartamento me sentía algo mareada, todo me daba vuelta, pero una vez que me senté me sentí mejor y mucho mejor me sentí cuando Orlando me trajo en lugar de una cerveza, un buen trago de ron.
    
    Por un rato seguimos charlando, hasta que él comenzó a besarme y tocarme, metiendo sus manos por debajo de la falda de mi vestido blanco. Hasta que sin que yo supiera cómo me quitó los pantis, así continuó agarrándome el coño, y bajando el cierre de mi vestido, hasta que entre los tragos que me daba, los besos y de tanto acariciar mi coño terminó desnudándome completamente, sin que yo opusiera la menor resistencia, y cuando lo hacía con ofrecerme un trago de ron, me controlaba.
    
    Ya en esos momentos simplemente me preguntó si quería otro trago, a lo que yo llevada por mi vicio de beber le respondí automáticamente que sí, aun sabiendo que eso significaba que debía hacer algo que seguramente no me agradaba. De inmediato abriendo sus piernas y acomodándose en la butaca reclinable que tiene en la sala, me dijo. Bueno Raquel ya sabes que hacer, ponte a mamar mi verga.
    
    Yo me senté en el piso entre sus piernas y después de darme otro trago, saqué su verga del pantalón. Por un corto instante la mantuve entre mis dedos, y comencé a hacerle una paja, pero Orlando me dijo que no perdiera tiempo, así que, con su glande a pocos centímetros de mi boca, saqué mi lengua y lentamente comencé a lamérselo, mientras que él se arrellenaba más en la butaca donde se ...
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