1. Una lujuriosa y muy perra madura


    Fecha: 06/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: AREIK, Fuente: CuentoRelatos

    ... solo. Al ver mi observación, atinó...
    
    —Si, a mi edad, hace falta, lo he estado tomando desde la mañana.
    
    Me acerqué. Sin quitarse el nabo de goma del culo, metió sus manos en mi cinto, mi cremallera y por supuesto, sobre mi verga, acariciándola, y lamiéndola palmo a palmo, sin dejar de masajearme los huevos hasta lograr un buen tamaño. Acompañó su mamada durante todo ese lapso fregando su pelvis con movimientos sin pausa hacia adelante y hacia atrás a fin que el nabo de goma siguiera estimulando además de su culo, a su coño.
    
    ¡Qué espectáculo! ver a esta "madura" en actitud tan activa.
    
    —¡Me gustas! —dije— ¡Eres una madura muy perversa y muy perra... eres una exquisita puta de mierda!
    
    Me miró fijo a los ojos asegurándose que yo viera claramente la lujuria sus pensamientos perversos en los suyos y además, de su satisfacción dándome una chupada profunda y vigorosa en la cabeza de mi nabo y estirando bruscamente mis bolas hacia atrás logrando un estiramiento al límite de la piel de mi herramienta. Realmente me excitaba mucho su actitud.
    
    —¡Muchachito, vas a metérmela en todos lados!
    
    —Seguramente que si —respondí.
    
    Empujé sus hombros hacia atrás, obligándola a recostarse sobre el respaldo del sofá, me agaché lamiendo por dentro sus piernas ascendiendo por sus pantorrillas y muslos deteniendo en su almeja íntegramente recién depilada. Al tiempo que me las arreglaba para quitarme la ropa.
    
    Poco hizo falta que la chupara para que emergiera al máximo su clítoris del escondite; sonrió de placer. Continúe entrando y sacando el estimulador de su culo mientras con mi otra mano sobaba su vulva y mi lengua continuaba en su clítoris. Sus gemidos se acrecentaron; traspiraba un mar. Llegaron los jadeos entrecortados. Elevó sus manos a sus tetas llevándoselas a la boca y mordisqueándose y chupándose con intensidad sus pezones. No pudo hacerlo por mucho tiempo. Mantuve mi lengua y labios con fuerte presión sobre su ardiente botón. Su orgasmo llegó junto con sus convulsiones y sus uñas clavándose en mi espalda. Mientras, un profundo grito de saciedad, semi ahogado entre sus dientes mordiéndose los pezones; y sus muslos cerrándose y apretándose férreo sobre mi cabeza.
    
    Sin esperar nada, y juntando sus brazos en su espalda, cerré las esposas sobre sus muñecas. Parándome a ahorcadillas detrás de ella y tomándome de sus muñecas, la penetré con dureza alternativamente en su agrandado culo y su mojadísimo coño durante 15 minutos. No tardó mucho en repetir un acelerado orgasmo llenando mi verga con toda la humedad de sus dos agujeros. Mis bolas pegándose a la base de la verga a punto de reventarse, no me darían mucho más tiempo para continuar tal cabalgata. Mi cuerpo endurecido abruptamente delató mi situación.
    
    La lasciva desconocida rápidamente se las ingenió para girar y atrapar nuevamente mi verga en su boca chupando y mordiendo desaforadamente, extrayendo toda mi leche, lamiéndose la que quedaba en la comisura de sus labios, mostrándome ...
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