1. Los divorciados


    Fecha: 10/12/2019, Categorías: Gays Autor: ThWarlock, Fuente: CuentoRelatos

    ... recogerlo.
    
    Nos gusta salir de vez en cuando a compartir juntos, bolos, billar, cervezas etc. Este específico día habíamos decidido que era noche de solteros, aunque Rodrigo y Marcus tienen cada uno su respectiva esposa, a Erick no le había ido muy bien con la suya como a mí. A la una y algo los de la madrugada los casados se zafaron dejándonos a nosotros rumbo a un club de bailarinas exóticas terminando la velada rayando las tres. Yo era el que más claro estaba así que agarré el timón y me llevé a Erick que vive cerca de mí. Íbamos conversando entre risas y comentando los cuerpos de las bailarinas, sus tetas, la forma sensual en que bailaban. Estábamos los dos bien intoxicados y sedientos de sexo. A él se le notaba un cierto morbo en la mirada y su forma de actuar.
    
    -Oye Andy desde cuando no das una buena culeada?
    
    -Uff papo hace como un mes que no la veo pasar.
    
    -Ah yo estoy igual. Y esto de ir a estos lugares no ayuda nada ¿eh?
    
    Para nada, ahora viene la paja antes de dormir y mañana será otro día, esto lo dije en confianza de hombres mientras sin ninguna intención maliciosa le decía que me estaba orinando. Todo pasaba justamente cuando llegábamos a una zona tranquila de almacenes cerrados y amplios estacionamientos desiertos y sin vigilancia ni cámaras de seguridad.
    
    Para aquí mismo, yo tampoco puedo esperar más y a ti te queda un largo tramo por recorrer contestó Erick, mejor meamos aquí mismo dale que detrás del carro nadie nos va a ver. Dicho esto abrió la puerta y ahí mismo se sacó su miembro medio erecto. Pasaron varios minutos en lo que yo me baje del auto y di la vuelta para posicionarme alejado solo unos pasos de él y sacar mi pinga que raramente no sé si por la bebida por las ganas de orinar, tomaba forma medio erecta también. Por fin comenzó él a orinar mientras aquello crecía considerablemente, a mí me pasó lo mismo y luego de terminar parecíamos dos soldados con el sable en la mano. Nos miramos, yo comencé a reír nervioso. Él sonrió un poco y comenzó a acariciarse aquello y a acercarse a mí. Parada se veía diferente, se me antojó bonita, aunque seguía siendo delgada, no había la mejor iluminación pero se podía ver claramente un prepucio abierto como el mío, dejando a la vista la mitad de su glande y su buen tamaño también como mi miembro.
    
    -¿Que nos hacemos una aquí mismo?
    
    Yo me comencé a poner nervioso, esas cosas no me pasaban desde que era un crio adolescente y todo era diferente con aquello del desarrollo hormonal.
    
    -Había como que muchos factores propicios esa noche para que las cosas se dieran, dos divorciados mayores de 30(Erick no llegaba a los 40 apenas 36) solos en medio de una noche tibia, alcoholizados y recién salidos de un club donde habían visto tetas, culos y todo en medio. Una sensación rara comenzó a recorrer mi cuerpo mientras mi pinga parecía cobrar vida propia y palpitaba en mi mano, la acaricié varias veces pajeándome descaradamente delante de él, mi amigo al ver aquello comenzó a hacer lo ...