1. Los divorciados


    Fecha: 10/12/2019, Categorías: Gays Autor: ThWarlock, Fuente: CuentoRelatos

    Desde que me divorcié mi vida es mucho más tranquila. Estoy más seguro de mí mismo y mi autoestima uuff ni se diga ¡por los cielos!
    
    Ahora tengo más tiempo para mí, ir al gimnasio, y sobre todo organizar la vida de mierda que mi ex esposa piensa que me dejó. Lo que ella no sabe es que me ha dejado libre de muchas cosas, pensamientos y hasta tabúes. He llegado a creer que me tenía así, solo para que nadie mas me mirara. Vida de mierda la de ella que es una gorda aburrida y nadie le hace caso.
    
    Por ejemplo llevo quedándome calvo desde que tenía 32 años y a ella nunca le gustó la idea de que yo me rapara la cabeza. Tatuajes ni hablar, para ella eso era cosa de delincuentes y el gimnasio, allí solo van solteros a ligarse las putas que van a exhibirse con sus pantalones apretados, siempre una excusa para que yo hiciera lo que ella quería. Me repetía una y otra vez que yo tenía mucha suerte de haberla encontrado porque de lo contrario no hubiera encontrado esposa.
    
    Aunque es dos años menor tiene la mentalidad de una abuelita de setenta y yo, por la mitad del tiempo que estuvimos juntos toleré hasta cierto punto por amor verdadero. Amor que fue muriendo poco a poco hasta terminar en un divorcio donde se quedó hasta con mi ropa cosa que le agradezco mucho porque la compraba a su gusto.
    
    Yo soy Andy un hombre cubano emprendedor y muy “luchador” como decimos allá. Así que logré sobrepasar todo aquello y luego de algunos arreglitos he quedado como aquella casita vieja que con unos retoques y una manito de pintura queda nueva.
    
    Ya después de tres años se van notando los cambios en mí. Mido 5”7 ni tan alto para Estados Unidos. Piel dorada por este intenso sol de Miami y la playa que me fascina literalmente. Ojos color miel claro y mandíbula sobre lo cuadrada, labios gruesos sin parecer exagerados y como ya les había hablado. Mi hermosa cabellera fue cediendo poco a poco al mal cuidado y el stress. Ahora ando rapado y con dos zafiros en mis orejas. Mi pecho ya va recuperando esa dureza que tuvo en aquella juventud de juergas y natación que tanto me gustaba. Y mis músculos volviendo a su forma original de papi sexy que volvía loca a más de una antes de conocer a la susodicha ex y madre de mis dos hijos. Por fin he logrado tener los tatuajes que tanto me han gustado. Varios de ellos en mis brazos, uno en la pierna, tobillo izquierdo, antebrazo derecho y mi ancha espalda. En fin luzco como realmente debía haber sido desde un principio si yo no hubiera aguantado tantos años de clausura social. No tengo abdomen duro, no me gusta, lo veo muy falso y además me gusta demasiado la comida. Voy al gym para hacer pesas, pecho y espalda que siempre me ha gustado. Mi ex esposa siempre tuvo una excusa para lograr que yo no hiciera ejercicios. No hay espacio me decía, mientras teníamos un inmenso guardacoches que nunca tuvo ninguno de nuestros dos carros dentro pero tampoco pude limpiar y hacer espacio para mis pesas por guardar infinidad de cajas con adornos que ...
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