1. Me tiro al señor, hetero, de la casa IX


    Fecha: 07/12/2019, Categorías: Gays Autor: lubma, Fuente: TodoRelatos

    Me tiro al señor, hetero, de la casa IX
    
    Nícola (hijo de Christian)
    
    No pude evitar echar el ojo al rabazo que colgaba entre las piernas de mi “abuelastro”. Este se había despojado de su toalla y se colocó el pequeño bañador sin ápice de vergüenza. Comprobé el trozo de carne, que aunque fuera de carne, por poco que creciera, me hacía entender el cambio en humor que había tenido mi abuela desde que estaba con él.
    
    Me dio la sensación de que tardaba más de la cuenta en subirse el speedo, aparte de recolocársela demasiado. También es verdad que llevo una temporada que todo lo sexual masculino me llama demasiado la atención y veo cosas, tal vez, donde no las hay.
    
    Un carraspeo y el ruido de su cuerpo chocando contra el agua me trajo al “aquí y ahora”, y sin pensármelo me zambullí yo también para conseguir ganarle, cosa que no había conseguido hasta ahora.
    
    Dimos varios largos. Conseguimos hacer unos 8 cuando, por una milésima de segundo, toqué la pared antes que él. Salí rápido del agua dando saltos por la victoria.
    
    - Enhorabuena, Padowan – me dijo en plan cachondeo – Ya has ganado al maestro. Eso sí, solo ha sido una. Para que no le pueda llamar suerte tendrás que volver a ganarme la próxima vez – me dijo viniendo a abrazarme.
    
    Sentí su piel mojada contra mi cuerpo. Sus musculosos brazos rodearon mi cuello. Un olor a agua, cloro y propio olor corporal inundó mis fosas nasales haciendo que aspirada ese aroma que me llegó desde la nariz hasta la punta del cipote.
    
    Noté como mi polla dentro de la fina tela comenzaba a crecer, y lo notó. Lo tuvo que notar. Su cuerpo no se separaba del mío ni un milímetro. Y si yo noté su polla girada hacia la cadera izquierda, él tuvo que notar como mi polla, que giraba hacia la derecha comenzaba a crecer y a aprisionar más aún la suya.
    
    Su mano bajó ligeramente por mi espalda acariciando mi espina dorsal, sin pretensiones, diría yo. Pero ese pequeño gesto me erizó aún más la piel e hizo que mi polla se pusiera más dura aún.
    
    - Si que te excita el ganar – me dijo dando un pequeño golpe a mi entrepierna.
    
    - Yo…no…per…no sé..sólo es que…
    
    - Tranquilo. Es algo normal, y sobre todo a tu edad. Estás descubriendo tu cuerpo, tus sensaciones al tacto. Y es normal que al más mínimo roce puedas sentir un calambre de excitación. Y más cuando lo recibes de un semental como yo – dijo girando su cuerpo y señalándose como un premio de la tv.
    
    Ambos nos echamos a reír. Yo más de nerviosismo que por ganas reales, pero creo que disimulé la situación.
    
    - Ahora te tocará relajarte en tu cuarto – dijo haciendo el símbolo de las comillas en el aire.
    
    - ¿El qué? – le dije casi atragantándome con la bebida que trajeron en mitad de nuestra “competición”.
    
    - ¿No me digas que aún no te masturbas?
    
    El té salió disparado de mi boca hasta pringar su cuerpo. No me esperaba esta charla con él, y menos así vestidos.
    
    Se levantó y se metió debajo de la ducha para quitarse lo pegajoso de la bebida que había caído ...
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