1. Los futbolistas somos unos salidos IV


    Fecha: 06/12/2019, Categorías: Gays Autor: Benji, Fuente: TodoRelatos

    ... había dado: el "Todopoderoso Thor". El gritaba y se comportaba como un salvaje. Luego empezaron a jalearme a mi y Miguel me empujó del asiento y me obligó a plantarme donde había estado Alex. Me vi con una lata de cerveza en la mano y obligado a repetir la hazaña del rubio.
    
    ¡Lo flaco que es y la polla que gasta! - gritó alguien
    
    ¡El delantero de tres piernas! - gritó otro
    
    ¡RABOCOP! - me bautizo un tercero
    
    Me reí tanto que se me salió la cerveza por la nariz. Me resultaba morbosillo que entre tanto machote, se hubieran fijado en lo grande que tenía mi rabo. Estaba acostumbrado, pero no dejaba de ser agradable, que todo el vagón coreara rabocop a voz en grito. Cuando me dejaron volver a mi asiento al lado de Miguel, me sonrío y me dio una palmada en el muslo.
    
    Rabocop - se cachondeo - que has sido el héroe del partido -
    
    Sabes que el verdadero héroe has sido tú - le dije - Tu eres el que nos motivó a Alex y a mi, viste la jugada y diste el pase de la victoria -
    
    Es mi trabajo como segundo capitán - miró a Jaime, el capitán, un veterano de 30 años de pelo castaño casi rubio, cejas firmes y morritos de modelo, que no estaba muy contento.
    
    Deberías ser tú el capitán - le dije - y eres muy sexy dando órdenes - él sonrío
    
    Vente a mi casa cuando lleguemos y te daré más instrucciones -
    
    ¿Y Alex? - pensaba en el rubio y el premio que le habían prometido
    
    Otro día. Hoy solos tú y yo -
    
    Nos despedimos de todos en la estación y nos subimos juntos al taxi. Alex nos vió, pero no se molestó lo mas mínimo, nos sonrío y se despidió de nosotros. Miguel tenía un pisito muy moderno y agradable. Sé que habíamos hecho todo tipo de guarradas juntos, pero estaba nervioso como un adolescente en su primera vez. Miguel también estaba nervioso. Dejó la maleta en la puerta y me agarró la mano.
    
    Vamos a mi cuarto- me susurró
    
    Le seguí de la mano por un corto pasillo y entramos en su habitación, muy moderna, amplia y con cama grande. Nos miramos a los ojos y me derretí en sus ojitos azules muy claros, llenos de vida y alegría, mientras nuestras caras se acercaban y nos fundiamos en un suave beso, íntimo y tranquilo, pero lleno de significado. Me empalmé al momento y cuando la entrepierna de Miguel, diez centímetros más bajo que yo, se pegó a mi muslo, noté que él también lo estaba.
    
    Nos desvestimos poco a poco, nos sacamos los zapatos, pantalones y las camisas y nos tumbamos en la cama en gayumbos, comiéndonos a besos lentos. Nos quedamos un buen rato así, yo tumbado encima de Miguel, con nuestros pechos y paquetes en constante rozamiento y fuimos deslizando la ropa interior hasta quedar completamente desnudos, sin nada que impidiera la fricción extrema de nuestros cuerpos. Comencé a bajar dando besos en sus amplios, suaves y musculosos pectorales, y luego por sus abdominales cincelados.
    
    Que cuerpazo tienes Miguel- le dije - eres todo músculos macho, yo parezco un enclenque a tu lado -
    
    Que dices tío- Miguel le quitó hierro - Yo me mato en ...
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