1. EL SECRETO DE NUEVA ESPERANZA: 21 años atrás… (Capítulo 3)


    Fecha: 12/03/2019, Categorías: Gays Autor: Mateo, Fuente: SexoSinTabues30

    ... su pantalón y se subió el cierre, se lavó las manos y se acercó a Pedro, lo agarró con fuerza del brazo y lo jaló hacia él.
    
    —Si le cuentas a alguien….. —dijo en tono amenazante.
    
    —No le voy a contar a nadie…. Por Diosito…. —aseguró Pedro.
    
    —Más te vale… porque si le cuentas a alguien, voy a hacer que a ti y a tu papá los corran de la hacienda. —lo amenazó, soltándole el brazo.
    
    Luego, montó en su caballo y se fue a todo galope, mientras Pedro lo observaba desde la orilla, un poco asustado y extrañado por lo que acababa de vivir, ya que para él también era la primera vez que hacía eso.
    
    El cielo se empezó a despejar, las nubes descubrieron al sol que volvió a brillar nuevamente, pero el aire empezaba a sentirse más frío.
    
    Pedro montó en su caballo, las manos le temblaban por los nervios, en su mente aún tenía muy presente el pene de Juan Pablo, y en su boca estaba el sabor de su semen. Golpeó los costados del caballo para que el animal empezara a caminar, y cuando estaba en plena marcha, a escasos metros vio a Juan Pablo, montado en su yegua y sin ir para ningún lado, con la vista al cielo.
    
    —Parece que ya no va a llover, —dijo.
    
    —Eso parece, creo que más tardecito será. —afirmó Pedro.
    
    —Y… ¿No quieres más?, —preguntó Juan Pablo, tocándose el bulto del pene.
    
    —No sé. —dudó el hijo de Celestino.
    
    —Habla, ¿quieres o no quieres?, ¿o no te gustó?…. —volvió a preguntar Juan Pablo.
    
    —Siiiii…. Rico es. —dijo Pedro, sintiendo electricidad en el estómago.
    
    —Te la meto en el culito, ¿qué dices?… —le ofreció el hijo de Raymundo.
    
    —¿Y si me haces doler mucho?.
    
    —Te la meto despacito. Habla. —insistió Juan Pablo.
    
    —Sígueme, —dijo Pedro, pasando delante de Juan Pablo, quien lo siguió en su cabalgadura.
    
    Ambos se metieron por un camino un poco oscuro, tapado de vegetación. Cabalgaron unos cuantos minutos hasta llegar a una parte donde se formaba una especie de cueva.
    
    —Aquí nadie nos puede ver. —dijo Pedro.
    
    Los dos bajaron de sus caballos y entraron a la cueva.
    
    —Ya sabes que hacer. —ordenó Juan Pablo a Pedro, quien se arrodilló en el suelo y le bajó el pantalón al vergón.
    
    Otra vez, Pedro empezó a mamar aquella verga grande como la de un caballo, la succionaba con un hambre voraz, dejándola bien húmeda con su saliva.
    
    Juan Pablo terminó de quitarse el pantalón que lo tenía por los tobillos, se sacó el polo y le quitó la ropa a Pedro, lo colocó en cuatro y le abrió las nalgas, observó muy excitado aquel agujero anal, rosadito y sin vellos, lo escupió y empezó a pasarle la lengua muy suavemente.
    
    Pedro arqueaba la espalda al sentir la lengua de Juan Pablo en su ano, arranques eléctricos recorrían su cuerpo de principio a fin.
    
    De pronto, empezó a sentir algo distinto a la humedad de la lengua, era algo más tosco y grande. Juan Pablo había colocado la cabeza de su enorme pene en el esfínter anal de Pablo.
    
    —Prepárate, te la voy a meter. —dijo Juan Pablo, en cuya voz se notaba que estaba súper ...