Sexo en la playa - Relatos Eróticos

Sexo en la playa

... mientras estaba de rodillas, y metió una mano entre mis piernas.

Agarró mi vibrador y de un tirón me lo sacó.

Le miré extrañado por lo brusco, entonces introdujo dos dedos en mi culo y de un golpe los metió hasta dentro.

Di un gemido incontrolado de placer. Sonrrió viendo que me habia gustado y comenzó a penetrarme el culo con sus dedos con fuerza.

Se agachó nuevamente sobre mí y me dió un lametón a mi polla desde la base hasta el glande, otro lametón desde el glande a la base y finalmente otro hasta el glande mientras me penetraba con sus dedos.

Empezó a jugar con la lengua sobre el glande, haciendo circulos y dando vuelas alrededor de él con la lengua, hasta que finalmente se la metió en la boca.

Esto era increible, estaba en una playa, me estaba follando el culo con sus dedos mientras me hacía una mamada espectacular. Estaba siendo el mejor sexo de mi vida.

Cada vez me follaba el culo más rápido y me la chupaba más intensamente y yo no podía parar de gemir.

Y cuando estaba a punto de correrme otra vez, se paró.

Se puso de pié y diciendo: - Esto no está bien, me tengo que ir. Regogió sus cosas y se marchó de la playa.

Me senté para ver como se marchaba, dejandome así, sin entender nada.

Mientras se marchaba, pasó junto al hobre del movil, había cambiado de postura, estaba tumbado de costado empalmado y pajeandose mientras me miraba fijamente.

Miré hacia otro lado y vía la la pareja que también me estaban mirando, estaban sentados uno junto al otro, con las piernas abiertas, y mientras ella le sacudía la polla con una mano y se sobaba las tetas con la otra, él la metía los dedos por su coño.

Parecía que había dado un buen espectáculo allí en la playa.

Pero yo seguía con mi polla que parecía que iba a exploatar, mi culo hambriento, oliendo a semen y terriblemente excitado.

Pensé en terminar con una paja, en acercarme al hombre y pedirle que me follara, o incluso en acercarme a la pareja y pedirles que me dejaran comerle ese delicioso coño mientras el me la metía hasta el fondo.

Pero ya había dado bastante espectáculo por un día y ni siquiera podía usar mi vibrador porque se habia llenado de arena.

Entonces supe lo que necesitaba, estaba en mi apartamento.

Recogí mis cosas y me marché de la playa, al salir pasé cerca del hombre del movil y pude ver como se corría sin quitarme la vista de encima, entonces pude imaginarme a la parejita corriendose juntos mientras me miraban.

Tenía que llegar al apartamento y tenía que hacerlo rápido.

Con la toalla, traté de tapar mi erección y fuí al apartamento casi corriendo. Sin importarme que que alguien viera que tenía restos de semen sobre mí o que oliera a semen.

La erección no bajaba, aquel tipo me habia dejado demasiado excitado, y mi culo necesitaba ser penetrado.

Entré al apartamento.

Tiré todo según entré, fuí a mi habitación y cogí mi dildo, uno de esos con ventosa.

Fuí a la ducha, lo puse en la pared, le ajusté la altura, le ...