Sexo en la playa - Relatos Eróticos

Sexo en la playa

... orgasmo, y le dije:

- Puedes correrte sobre mi.

Los ojos se le abrieron mucho de repente, se levantó, se arrodillo entre mis piernas casi pegado a mí y empezó a pajearse freneticamente, dejé de pajearme y dejé los brazos a los lados para que se corriera libremente sobre mi cuerpo.

Pronto soltó una especie de gruñido y empezó a correrse sobre mi cuerpo, parecía que no iba a terminar nunca, algunas descargas fueron hasta mi pecho otras sobre mi tripa, y las ultimas sobre mi polla.

Cuando me miré tenia mucho semen sobre mi cuerpo, pensé en que parecía que se habían corrido sobre mí dos o tres tios. Este tío debía de tener los huevos bien llenos.

Le miré mientras ordeñaba las ultimas gotas de semen de su polla sobre mí con cara de satisfecho. Así que le dije:

- Yo ahora necesito ayuda con esto.- señalando mi polla dura y cubierta se su semen.

Se quedó pensand unos segundos, mirando a un lado y a otro, y finalmente sonrrió. Se sentó sobre mi pierna derecha, con sus huevos y su rabo que empezaba a quedarse flácido, goteando semen sobre mi pierna.

Estiró su mano y me agarró la polla, y empezá a subir y bajar lentamente, al estar cubierta de su semen, la sensación era placentera ya que éste hacía de lubricante.

Estaba siendo un día fantástico, un desconocido estaba dándole placer a mi culo, mientras otro desconocido me hacía una paja y todo ello con mi cuerpo cubierto de semen.

El aroma del semen fresco me hizo acercar mi dedo a mi tripa, donde más semen habia, huntar mi dedo y metermelo a mi boca, lo chupé suavemente, recreándome en el sabor. Ya había probado mi propio semen, pero esta era la primela vez que probaba el de otro hombre.

Lo repetí dos veces mas.

La imagen pareció gustarle a mi compañero de sexo ya que fué incrementando el ritmo. Su mirada cambiaba, de mi culo con el vibrador pasaba a mi polla, y de ahí se quedaba mirando mi cuerpo con su semen.

Entre el placer que estaba sintiendo con mi vibrador junto con la exitación de la situación, no tardé en correme.

Cuando terminé, retiró su mano de mi polla y lamió el semen que había caido sobre ella, como respuesta a cuando yo lo hice con el suyo.

Se levantó, pero yo aún quería más y mi culo seguía vibrando.

- ¿No me iras a dejar así? Con todo esto por encima.- Señalando mi cuerpo.

Durante un instante pensé que se iba a marchar, pero entonces se puso a mi lado y arrodillandose juanto a mí, se agachó y empezó a lamer el semen con su lengua, sorbiendolo de vez en cuando.

Primero empezó por mi pecho, recreandose en mis pezones, en ese momento muy sensibles. Después fué bajando a mi tripa, ahí se entretubo más lamiendo cada centrimetro, ya que era donde más semen habia caido de los dos, lamiendo, sorbiendo y tragándolo.

Finalmente lamía alrededor de mi polla sin llegar a tocarla. Pesé que me haría una mamada pero al parecer no deseaba chupar una polla.

En todo esto yo volvía a estar duro como un roca.

Entonces se paró.

Se incorporó ...