Un equipo muy unido V - Relatos Eróticos

Un equipo muy unido V

... la mamada, así que fui marcando el ritmo y tomandome mi tiempo para disfrutar e ir haciendo la mandíbula poco a poco a semejante grosor. Alternaba entre la mamada profunda y los jugueteos con la lengua, y Álvaro cada vez gemía más, así que debía estar disfrutando.

En un pequeño parón para respirar, Álvaro levantó sus fuertes piernas, dejandome delante de la cara ese increíble culo duro y redondo, con los gluteos como marmol cubiertos de pelo negro abundante, y con las manos separó las cachas para mostrarme su agujero tenso y colorado casi oculto por el vello. No hizo falta que dijera nada, enterré mi cara entre sus nalgas, pudiendo captar cada matiz de su olor a macho. Mi lengua jugueteo con su ano, separando poco a poco y con mucha saliva las carnes del ayudante, mientras Álvaro gemía excitadisimo. Cuando lo vi preparado me chupé un dedo para introduciserlo en el culo, estaba caliente y apretado, y la saliva facilitó que deslizara y fuera ablandando y relajando los músculos.

Metemela - era más una suplica que una orden. Me puse en pie y Álvaro me pasó un gel lubricante de la mesilla de noche.

Agarré las piernas de Álvaro y coloqué la punta de mis 16 centímetros en su ojete. Miré a Álvaro una vez más, era increíble tener a semejante macho tumbado bocarriba, con su cuerpo velludo y musculoso, mirándome suplicante con sus ojazos verdes por que le penetrara. Empecé a hacer presión y los jadeos de Álvaro se transformaron en un gemido, mientras poco a poco iban separando las carnes e introduciendose en sus entrañas. Fue bastante rápido, entró muy bien, a pesar de que la tengo gordita (aunque al lado de la de Álvaro era una flautilla canija), se notaba que en ese culo habían entrado más pollas antes que yo, no me hacía daño como me pasaba con el culo de Pierre. Comencé lentamente a darle ritmo, deslizando la polla por su culo, disfrutando cada vez más cachondo de la presión en el rabo. Álvaro gemía cada vez más agudo, lo que resultaba gracioso en un tío tan machote. En cada embestida mi pubis chocaba contra sus nalgas. La saqué entera y vi que tenía el agujero del culo pringoso y super abierto. Se la volví a meter del tirón hasta el fondo y repetí varias veces la maniobra, me alucinaba como su culo se tragaba mi polla entera hasta el fondo. Estaba a 10.000, verle allí tumbado, gemir y disfrutar mientras le follaba era una pasada que semejante macho se dejara follar así. Le doblé las piernas más para atrás y me recosté sobre él para comerle la boca, su polla durísima quedo aprisionada entre nuestros cuerpos lo que debió aumentar su gozo.

No voy a aguantar mucho más - me dijo entre jadeos

No te corras aún que yo también quiero que me la metas - le dije con un beso y sacándola para poder cambiar.

¿Estás seguro? - Álvaro no parecía muy convencido - Esto es muy gordo, podría dolerte - no sé porqué la perspectiva del dolor lo hacía incluso más deseable

Si joder, no me importa, sé que me lo harás con cuidado, pero esta semana he ...