1. Te recuerdo que eres mía II


    Fecha: 26/11/2019, Categorías: Incesto Autor: NenaJoven, Fuente: TodoRelatos

    Nerea empezó ese día sin la sospecha de que su mundo daría un nuevo vuelco que la desestabilizaría por completo, había sobrellevado los últimos dos años centrándose de lleno en sus estudios. Obtuvo las mejores calificaciones, y se acababa de recibir en Administración y Dirección de Empresas, el mismo grado de sus padres y tíos, con una familia metida de lleno en el mundo empresarial, desde pequeña se vio envuelta en ese ambiente por lo que terminó enamorándose del ir y venir de las empresas.
    
    ¿Y cómo no enamorarse? Si tenía por referencia a su caballero de brillante armadura, su tío Henry. La complicidad y el cariño que se transformó en deseo y pasión. Se dio cuenta de que lo suyo iba más allá del cariño fraternal cuando al protagonizar sus primeros contactos con la masturbación eran sus fuertes y grandes manos las que evocaba. Ese deseo febril que no le permitía centrarse. Y Henry tan perfecto y educado, Henry tan encantador con esa gran sonrisa. Henry, Henry, Henry, de adolescente solo podía pensar en cómo sería su contacto de esa forma tan íntima.
    
    Le llevó un poco de tiempo fraguar su plan, hacerlo caer en sus redes, porque tenía la certeza de que detrás de ese hombre elegante existía un depredador y ella se prestaría gustosa para que la devorase. Y lo logró, después vinieron dos años idílicos, donde fueron la pareja más feliz, hasta que él lo arruinó todo, hasta que la abandonó.
    
    No pensó que pudiese sentirse tan rota, se sintió a la deriva cuando el que en teoría era el hombre de su vida, la dejaba sin más. Derrumbando sus sueños y planes futuros. Le costó lo propio sobreponerse y seguir adelante. Ese año por fin podía afirmar que lo había conseguido, que si se proponía podía echarse un novio, seguir adelante. Inclusive se atrevió a ir a un par de citas con un chico muy majo, a pesar de tener sus dudas pensaba que no podía quedarse anclada en el pasado, por más que cada fibra de su cuerpo protestase por no estar junto a su tío.
    
    Toda esa seguridad y sus convicciones que ya se habían convertido en mantras se desplomaron al ver a Henry apoyado en el marco de la puerta, con esa mirada lobuna, tomando un whisky y luego el colmo del descaro cuando elevó su copa. Le robó el aliento por buenos y malos motivos. Odió ser tan débil y querer correr a sus brazos, decirle que lo perdonaba y que por favor no la abandonase otra vez. Se sobrepuso su ego herido y ese amor que en gran parte se había convertido en resentimiento para obligarse a no ceder.
    
    Por un momento pensó que aquellos dos años quedarían en el pasado, que sería un bello y doloroso recuerdo, que su tío se quedaría para siempre en Londres, y ahí estaba, plantado a un palmo de ella. Mantuvo las distancias y él lo respetó, se dijo a si misma que podría sobrevivir unos días ignorándolo, si, tendría que hacerlo por su propia integridad. Debió suponer que no lo tendría tan fácil, no se libraría ni la primera noche de su acercamiento. Se quedó casi congelada justo antes de entrar a la ...
«1234...»