1. El verano de mi «aflojamiento» Capítulo 1


    Fecha: 25/11/2019, Categorías: Bisexuales Gays Voyerismo Autor: PiterSand, Fuente: SexoSinTabues30

    ... emoción especial porque creía que estaba bromeando y en ningún momento pensé que estaba hablando en serio. Pero enseguida Abel respondió: «Vale, podéis desnudarme pero los calzoncillos no me los quiteis»
    
    En ese preciso momento, al ver que no se trataba de ninguna broma y de que la cosa iba en serio, sentí cosquillas en mi barriga y una agradable sensación en mi polla de una manera consciente por primera vez. Abel se prestaba a que le desnudáramos y, aunque quería mantener los calzoncillos, me hizo sentir una gran excitación. La sensación que me producía se me ocurrió pensar que era parecida a la que sientes en la barriga cuando estás en una noria y empiezas a descender a una cierta velocidad. Tal era mi ingenuidad en aquellos tiempos.
    
    Pero cuando nos dirigíamos al cobertizo para «torturar» a Abel, alguien les dijo que su padre los estaban buscando por algún motivo que ahora no recuerdo y que tenían que ir a su casa. Eso provocó un bajón en mi excitación al ver frustrada la ocasión. En aquellos momentos yo no sabía el por qué tenía tanto interés en ver a mi amigo en calzoncillos pero la verdad es que me mantuvo expectante que eso pudiera ocurrir otro día y volviese la agradable sensación que produjo en mi bajo vientre.
    
    Otro día estábamos los tres chicos y las dos chicas bromeando al borde de la piscina de casa de mis amigos sin ningún adulto en el lugar. Aunque en realidad debería decir que Oscar, el mayor, se mantenía un poco al margen de nuestros juegos.
    
    En un momento dado, Oscar, se acercó a nosotros y dijo: ¿por qué no jugamos a Adán y Eva? Abel puede ser Adán y Mónica hacer de Eva. Solamente tenéis que desnudaros. A todos se nos escaparon unas risitas nerviosas y, mientras mi hermana protestaba diciendo que ella no iba a desnudarse, pude comprobar que Abel no protestó y permanecía en silencio. En aquel momento empecé a sentir ese cosquilleo agradable en mi barriga igual al que sentí el día anterior y que ya me estaba empezando a gustar. Era la segunda vez que Oscar proponía un juego en que alguien debía desnudarse.
    
    Pero pensé que esta ocasión también se iba a frustrar, igual que el día de la supuesta «tortura», ante la negativa de mi hermana .
    
    Si el otro día se perdió la oportunidad de ver a Abel en calzoncillos hoy iba a perder la oportunidad de verlo desnudo. Porque en realidad yo estaba muy interesado en ver a Abel y en cambio mi hermana me dejaba bastante indiferente.
    
    A todo esto, la otra niña, Laura, permanecía callada con una sonrisita pero sin intervenir en la discusión.
    
    Pero entonces mi hermana Mónica me sorprendió diciendo que en todo caso podíamos jugar a algo parecido pero no allí fuera si no dentro de un cuarto trastero situado al lado de la piscina. Al parecer a Mónica le dio vergüenza desnudarse allí mismo pero en cambio no le pareció mal jugar a algo de desnudarse dentro del cuarto. Yo me preguntaba si ella estaría sintiendo el mismo cosquilleo que yo estaba sintiendo.
    
    Mónica sugirió que jugáramos a ...
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