1. El verano de mi «aflojamiento» Capítulo 1


    Fecha: 25/11/2019, Categorías: Bisexuales Gays Voyerismo Autor: PiterSand, Fuente: SexoSinTabues30

    Como he explicado en el capítulo anterior (Introducción), fue el verano en que yo cumplía doce años. Hasta entonces había sido un niño ingenuo e inocente en cuestiones de sexo y solamente había tenido algunas pequeñas pistas que no había sabido interpretar y que no habían tenido ningún seguimiento.
    
    En aquellos tiempos mi madre y mis hermanos pasábamos los casi tres meses de verano en una casa cerca del mar que pertenecía a mis abuelos. Una casa con jardín y piscina a pocos metros de la playa. Mi padre trabajaba y solamente venía los fines de semana.
    
    Para un chico de ciudad, acostumbrado a hacer la vida casi exclusivamente encerrado entre cuatro paredes tanto en la escuela como en el piso urbano, el cambio era notable.
    
    El verano significaba la libertad. Libertad de hacer lo que quisiéramos durante todo el día, y los únicos horarios que debíamos cumplir eran para los almuerzos y cenas. Incluso la hora de ir a dormir y de despertarnos era libre y solamente el cansancio marcaba nuestros horarios.
    
    La casa estaba en un grupo de chalets con jardín un poco alejada del pueblo marinero. La mayoría de estas casas estaban vacías durante el resto del año y permanecían habitadas solo unas semanas en verano.
    
    Habían pocos niños de mi edad y ninguno se quedaba los tres meses. Unos marchaban a las pocas semanas, máximo un mes, y otros aparecían más tarde.
    
    Pertenezco a una familia con varios hermanos, de los cuales los mayores hacían su vida con sus propios amigos, ignorando a mi hermana Mónica de 10 años y medio y a mí mismo a punto de cumplir 12.
    
    Mónica era rubia, delgada, más baja que yo y con bastante carácter. Yo, Max, era de estatura y complexión mediana, algo fuerte, sin llegar a ser atlético, debido a que practicaba, tenis y fútbol. Pero era algo tímido mientras Mónica era más atrevida y descarada.
    
    Durante el mes de Julio hicimos amistad con dos chicos y una chica del vecindario. Los chicos eran hermanos. El mayor, Oscar, 13 años, extremadamente delgado, muy feo de cara y voz chillona. Su hermano, Abel, 11 años, atlético, bien proporcionado y guapo. La chica se llamaba Laura, era prima de los hermanos, de la misma edad que Abel. Media melena rubia, esbelta, guapa, algo más desarrollada que mi hermana y con un carácter bastante parecido al mío con una cierta timidez.
    
    Oscar, el mayor, pocas veces se unía a nuestros juegos y cuando lo hacía siempre se comportaba de forma muy extraña, que entonces no sabría cómo calificarlo, pero ahora diría que algo perversa.
    
    Una tarde estábamos Oscar, Abel y yo, sin las niñas, decidiendo a qué íbamos a jugar cuando Oscar propuso que Abel hiciese el papel de un enemigo que nosotros habíamos capturado y al que teníamos que torturar. La tortura la llevaríamos a cabo en un cobertizo situado en una esquina del jardín que se utilizaba para guardar herramientas y trastos. Mientras nos dirigíamos hacia allí, Oscar dijo que la tortura consistiría en desnudar a Abel.
    
    En ese momento no me provocó ninguna ...
«1234...»