1. LA FAMILIA DANKWORTH KELLY VI


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Bisexuales Gays Incesto Autor: sigma2077, Fuente: SexoSinTabues30

    ... todo lo divertido a la convivencia.
    
    Tal vez podría quedarse una temporada con su sobrino, él no le diría que no, ya que le ayudaría con los animales, los trabajos de carpintería, con los cultivos, además, Jackson preñado, iba a demandar verga muy frecuentemente, y tal vez Patrick no iba a tener cómo saciar las ganas de Jackson, además, si además del cambio definitivo de su sobrino, se le venía encima el celo reproductivo a Christopher, quería ser él, su tío abuelo, quien se hiciera cargo de desvirgar completamente a ese tierno y lindo cachorrito, e incluso dejarlo preñado.
    
    Además, también quería ser quien se encargara de enseñarle todo lo necesario para darse a respetar, ya que por su condición de Omega siempre iba a estar al asedio de los alfas, quería protegerlo.
    
    Pensando en esto, su verga, en forma humana, se endureció y comenzó a lubricar tanto, que dejó las cosas en el suelo y comenzó a masturbarse ahí mismo, sintiendo el sol y la brisa que le acariciaban además de una llovizna incipiente, cuyas gotas iban cayendo suavemente y de paso calmando poco a poco el calor que sentía, mientras, Randolph se acariciaba el torso con una mano, recorriendo su cuello, su enorme pecho, sus pezones, duros y faltos de una lengua, mientras que la otra la movía de arriba para abajo, lenta, pero firmemente, rodeando su enorme y gruesa verga, rezumando presemen casi compulsivamente, descorriendo y recorriendo su prepucio una y otra vez, dejando de a ratos a la vista su gran glande rojo, brillante, grueso, el cual sobresalía por encima del tronco de su verga, acariciándolo suave con el pulgar, sintiendo todo el borde, con los ojos cerrados, mientras iba estimulando sus pezones, duros, erguidos. Aprovechó la soledad que el que los demás durmieran le brindaba para acariciarse también sus grandes, firmes y peludas nalgas, luego, como si fuera su propio amante, movía su mano hacia delante, firme, el contacto de su palma callosa le resultaba excitante. Poco a poco, volvía a acariciar su abdomen, fuerte marcado, y por último, ascendía a sus grandes pectorales para volver a apretar sus pezones.
    
    De pronto sintió como un cosquilleo desde la punta de los dedos de los pies, el cual iba subiendo lentamente por todo su cuerpo, al llegar a la altura de sus rodillas, éstas se tambalearon un poco, volvió a enderezarse y sonrió feliz, ya su orgasmo se acercaba, bajo la llovizna, bajo el sol, al aire libre, nunca se había sentido tan libre, tan excitado, el cosquilleo ascendió por sus duros muslos, hasta que sus testículos sintieron la necesidad de explotar, haciendo que Randolph jadeara una y otra vez, mientras aminoraba la velocidad de la paja mañanera que se estaba haciendo, se sentía como si su lado humano no existiera, era él, el lobo, el animal, el seductor, el protector, el que una vez que deja su semilla en un útero no deja de velar por la criatura y de enseñarle todo hasta que ve que puede arreglárselas sin él.
    
    El que busca un lugar apartado, lejos de ojos ...
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