Deuda Aplazada......Mis pecados al máximo. - Relatos Eróticos

Deuda Aplazada......Mis pecados al máximo.

... alejo, nos saludos muy apasionadamente, tanto que ya me estaba alzando el vestido, pero se detuvo, y dijo que ya tendríamos tiempo más tarde para hacerme el amor.

Alejo me comentó que había hecho una reserva en el Marina Restaurant, y que luego iríamos a otro sitio, muy elegante, romántico y sobre todo reservado. El se baño y cambió en menos de media hora, solicitó un taxi desde la habitación y a las nueve y media estábamos llegando al restaurant.

La cena estuvo deliciosa, la cual acompañamos con un par de botellas de vino tinto, y claro rematamos con un postre para compartir. Al momento de pagar, Alejo se dio cuenta que había olvidado su billetera en el hotel, yo le dije que no había problema, que yo invitaba, así que saqué mi tarjeta de crédito y se la pasé para que pagara. Nos dimos un gran beso, y luego tomamos un taxi y fuimos a la ciudad amurallada. Estaba haciendo un noche espectacular, fresca y agradable. Caminamos durante una media hora y luego Alejo llamó a uno de los coches tirados por caballos que esperaban cliente en uno de los parques. Anduvimos un rato contemplado la maravillosa ciudad antigua. Yo iban perfectamente distraía, no sabía por donde andábamos. De repente el coche se detuvo y Alejo se bajó, extendió su mano en señal de que ya nos bajábamos, y agradeció al cochero por su servicio, fue bastante cordial con él, me llamó la atención que no le pagó por sus servicios.

Alejo me guío hacia la puerta de una casona antigua, luego de golpear, no abrió una mujer joven, muy amable, saludó a Alejo y le indicó que ya estaba listo todo. Nos indicó que le siguiéramos. Se escuchaba música suave y el ambiente era acogedor, con luces bastante tenues, pasamos por un patio interior que rebosaba de vegetación. Ingresamos a un cuarto y nos indicó que podíamos cambiarnos.

Miré a Alejo, el solo me indicó que nos cambiáramos, pero solo había unas toallas, volví a mirarlo y él ya estaba completamente desnudo y procedía a colocarse la toalla alrededor de la cintura, me apresuró y me indicó que me quitara toda la ropa y que usara la toalla, pues ya volvían por nosotros.

Luego nos llevaron a otro cuarto, nuestra guía cerro suavemente la puerta luego que ingresamos, la iluminación era bastante tenue, apenas podía ver por donde caminaba, sentí un aroma agradable como flores silvestres y canela, o algo así. Había dos camillas para masajes y en la cabecera de cada una había sendas chicas, bastante jóvenes, creo que apenas llegaban a sus treintas, muy hermosas, vestidas con prendas blancas, ceñidas a sus cuerpos, descalzas y con antifaces blancos también.

Comprendí que el plan era disfrutar de un masaje, lo cual encontré bastante apropiado. Desde ese instante me dediqué a seguir las indicaciones de mi masajista, que tenía un cuerpo espectacular. Nos indicaron que nos acostáramos boca abajo, dejando la cara en el orificio de la camilla. Procedieron a quitarnos las toallas y quedamos plenamente desnudos.

Luego de unos minutos de masajes ...