Deuda Aplazada......Mis pecados al máximo. - Relatos Eróticos

Deuda Aplazada......Mis pecados al máximo.

En mis responsabilidades laborales, andaba a más no poder, se aproximaba la época de pago de impuestos, y como soy asesora financiera de empresas a nivel nacional, pues estaba de pies y cabeza revisando informes financieros y preparando los requerimientos para el pago de impuestos de por lo menos diez clientes de la empresa. Adicionalmente, a la semana siguiente de cumplir con los reportes para los impuestos, tendría que viajar a Cartagena a un congreso al que me enviaba la empresa, era de una duración de tres días, terminando el sábado y regresando el domingo.

Para mí era perfecto tomarme esos días del congreso, para descansar al máximo de mi trabajo. Así que, con dos semanas de anticipación, empecé a pensar en la ropa que usaría, los zapatos, traje de baño, y demás cosas en las que las mujeres somos muy minuciosas, o por lo menos era mi caso.

Mientras me encontraba en una reunión virtual con uno de los clientes, vi en mi celular la notificación de llamada entrante, era Alejo – me reproché mentalmente, había olvidado por completo cambiar el nombre con el que lo tenía grabado en mi agenda de contactos. – Como no podía contestar, le escribí un mensaje que le devolvería la llamada.

Luego de la reunión, tomé el celular, respiré profundo y le llamé. Hola Cris – saludo Alejo – ¿Cómo has estado? Luego de los saludos e intercambio de frases protocolarias, quedamos de tomar un café en el lugar y hora acostumbrados.

Durante el tiempo que no nos habíamos hablado, mis interrogantes parecían se habían difuminado en con el transcurso de los días. Mi esposo, nunca comentó ni preguntó nada que me hiciera atar cabos, y como lo había manifestado, tampoco era que estuviera interesada en resolver ningún misterio, que tal vez era solo mi imaginación.

Llegué a la cita y saludé a Alejo, como si nada. De la misma manera lo hizo él. Nos actualizamos en nuestras actividades cotidianas, él me preguntó por mi familia y mis labores profesionales, y yo le pregunté por su trabajo y cosas así. Dentro de la conversación le comenté lo del congreso en Cartagena, y sobre lo cual me indagó si mi esposo me acompañaría, le dije que no, pues a él no le llamada la atención el tema, y que prefería que fuera sola, pues entendía que eran asuntos de mi rol profesional.

Sin esperármelo, Alejo me planteó que me acompañaría, que él podría manejar esos días en su oficina, y que nos fuéramos los dos. Sentí un cosquilleo por todo el cuerpo, la verdad me pareció una buena idea, de todas formas, ya el tema de la infidelidad y el sentimiento de culpa, pues no me afectaban tanto, y mi esposo, como en las vivencias anteriores, pues no tendría por qué enterarse. Así lo menciones a Alejo, y soltamos al unísono una carcajada. Cris, la verdad siempre has sido así, superas muy rápido tus culpas – agregó Alejo, y volvimos a reír.

El resto de nuestro encuentro giró en la planeación del viaje. Quedamos en que yo le informaría las fechas exactas, los datos de mi vuelo y del hotel donde me ...