Tato y su pitbull. - Relatos Eróticos

Tato y su pitbull.

... ahorita te va montar! ¡Párale bien el culo pa que sepa que ya estas lista pa recibir jaja! Yo obedecí sin quitar mi cara de su bulto, abrí mis piernas y pare bien el culito abriéndolo lo más que podía. El perro me seguía lamiendo todo y yo trataba de abrirle más mi ano para que se diera gusto.

Tato vio que me acomode y me dijo: ¡Eso, parale bien el culito como perrita en celo! ¡Orita si vas a ser la hembrita de un macho no chingaderas! Yo estaba que sentía que me explotaba la verga de lo prendido que andaba. En eso escuche que le ordeno a rocky como en voz baja: ¡Hey rocky! ¡Órale cabron arriba!

En chinga el perro obedeció y sentí como trepo las patas delanteras en mi espalda y apoyo todo su peso en mí. La neta el cabron perro si estaba pesadito. Movía la cadera todo alborotado y pronto sentí como me picoteaba el ano con la punta de su verga. Tato me agarro del cabello para que lo volteara a ver a los ojos y me dijo: ¡Abre bien el ano wey, el rocky ya se la sabe! Apenas me dijo eso, y obedecí, sentí que la punta de la vergota gorda del perro entro y de ahí, básicamente de una embestida, me entro como media verga del perro y me saco un gemido entre de dolor y placer. No me dejo ni tomar aire cuando dio una segunda embestida rápida y me ensarto hasta el fondo su verga.

Hice cara de dolor pero claro que al perro le valía verga y se puso a embestir a toda velocidad. El poco dolor que sentí no me duro nada. Ya para las tres embestidas sentía como me resbalaba bien rico por el ano y me sentía en el cielo con la velocidad y fuerza con la que me cogía. Me tenía con cara de pendejo gimiendo en voz baja con cada ensartada a fondo que me daba. El tato le hablo a su perro diciéndole: ¡Eso rocky dale duro, es tu perrita! Yo voltee a ver a los ojos a tato con la boquita abierta gimiendo y cara de extasiado. El solo me sonrió, se hizo a un lado el calzón y libero su verga prieta diciéndome: ¡Toma wey acá hay más verga de macho, chúpala perrita, chúpala! Y pues claro que obedecí.

Tenía la verga prieta sin nada de pelo, bien venuda, cabezona, sin capucha y bien gordita. Debía medirle unos 16 cm y la tenía curveada hacia abajo. Me la empecé a tragar como becerrito chupando teta y saboreaba su saladito pre semen.

El rocky me agarraba la cintura con las patas delanteras como para asegurarse que su perra no se le fuera a ir jadeando fuerte atrás de mi cabeza. Debió estarme dando duro como un minuto cuando de la nada se me pego más duro y sentía su nudote dentro de mi culo. También pude sentir como mi macho pitbull depositaba chorros de leche bien caliente dentro de mi culito. El tato tenía razón ahora si me sentía totalmente su hembra.

Deje de mamarle la verga mientras el perro estaba ahí pegado a mí y le dije: ¡Ay no mames wey! ¡Que puta buena verga tiene no mames!

Jajaja ¿si esta chida la verga del rocky eda? ¡Te dije que ese si era un macho no putadas jajaja!

Yo cara todo de baboso disfrutando el nudote del perro dentro de mi le conteste: ...