1. SOLO ERA UN JUEGO…


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Incesto Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos

    ... hermanos varió de manera radical, en un viraje de 180º, pues empezaron a rehuirse mutuamente, sin cruzar entre ellos una palabra ni por equivocación… Sandra le tomó pánico a encontrarse a solas con su hermano, casi convencida de que éste podría hacer cualquier locura con ella; vamos, hasta violarla o así…
    
    Y Paco poco a poco empezó a ser sombra de sí mismo. Si antes era más bien hasta avaro en palabras ahora se hundió en un mutismo más que absoluto, llegando a ni contestar cuando sus padres, su padre o su madre, le dirigían la palabra… Siempre pues en silencio; siempre serio, más que un juez, más que una persona con permanente dolor de estómago… Y siempre en sus ojos una sombra de tristeza que partía el alma al verle
    
    Que le partía el alma a su hermana, pues lo cortés no quita lo valiente y ella ahora hasta le temería por lo que cualquier día pudiere hacerle, que consigo todas no las tenía, pero también le quería con toda su alma… Como hermana suya que era, vale, pero más no podía quererle… Pero… Qué podía hacer ella, más que lo que hacía, rehuirle…
    
    Y así fueron pasando los meses, cinco o seis, hasta que en la vida de Sandra apareció el Matías… Éste era, para variar con lo anterior, un macarrilla “sietemachos”, del mismo barrio que Sandra y los suyos y viejo conocido tanto de la chica como de su hermano pues “in illo témpore” fue compañero de colegio de los dos hermanos amén de pesadilla del menor pues, con un grupito de “machos” como él, se desvivía por hacerle la vida imposible.
    
    De unos dos años más que Sandra disfrutaba de lo lindo, con sus quince años y sus amigos de la misma edad más o menos, acogotando al pobre Paquito, con sus casi escasos diez años… Pero allí estaba la leona de su hermana para defenderle, que se las pintaba sola para plantar cara al Matías y su banda, como, comúnmente, el grupo era conocido en el colegio.
    
    Para aquellos entonces, con veintitrés años ya, el Matías, amén de “sietemachos”, era más macarra que macarrilla, pues sabido era que se había “ligado” a una profesional entre cuarentona y cincuentona a la que sacaba lo que no está en los escritos… La noche en que irrumpió en la vida de Sandra, de sábado por más señas, de pura casualidad se había dejado caer por la Disco que Sandra y sus amigas frecuentaban
    
    La muchacha, verdad es, le recibió más que de uñas, pero el Matías, amén de “guaperas”, era un verdadero tipazo de hombre y, por más señas, con una “labia” que derretía a las mocitas… Y, finalmente, Sandra no fue una excepción, sino que su derretirse fue casi más tórrido que el de ninguna chavala, con lo que en menos que canta un gallo la chica mandó al novio que por esos entonces tenía más lejos que las estrellas para seguidamente entregarse en cuerpo y alma al Matías
    
    Pero es que, además, le dio fuerte de verdad, convenciéndose de que este nuevo novio era el de su vida; el que borraba a todos los anteriores, con lo que un día plantó a sus padres y hermano para irse a vivir con su nuevo y definitivo ...