1. Un castigo en la granja (27)


    Fecha: 20/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos

    ... cabeza que había quedado contra su regazo. Dejó que su agitada respiración se fuera relajando mientras yo miraba sus maravillosas tetas sobresaliendo entre la camiseta elástica. Mi excitación estaba en pleno auge con la polla totalmente tiesa y empapada. Mi madre al verme así no dudó de ofrecerme se nuevo a mi hermana.
    
    - Quieres más, cariño? – le susurró inclinando levemente la cabeza.
    
    - No, no! Ahora no puedo más! Me he quedado exhausta! Voy a tumbarme a la cama!
    
    - Te pareces a mí, pero no eres igual que yo!
    
    - Por qué dices eso, mamá?
    
    Mi madre me hizo una seña para que me acercara por un lado. Me agarró la polla con una mano mientras mantenía la otra acariciando la cabeza de Sara. Me dio un par de chupadas que me supieron a gloria. La calidad de su boca y sus sensuales labios eran el sitio perfecto para quedarse ahí durante horas.
    
    - Yo a ti edad no me cansaba nunca! – contestó a la pregunta de Sara.
    
    - Nunca?
    
    - Bueno, es un decir! Podía estar horas follando y corriéndome y seguía con las mismas ganas que en el primer minuto!
    
    Ahora el que se asombró fui yo ante tal afirmación. No podía creer que mi madre fuera así de joven. Por mi cabeza pasaron mil imágenes de mi madre follando, pero era incapaz de procesarlas. En ese momento me surgió una pregunta obvia que no pude reprimir.
    
    - Tu no, pero el chico, o los chicos con los que estabas? Tampoco se cansaban?
    
    - Me buscaba buenos ejemplares, jajaja!
    
    Entre frase y frase me aplicaba un par de chupadas para que mi polla no bajará la erección. Ya comenzaba a desquiciarme. Tenía unas ganas tremendas de meter la polla en algún agujero y soltar una buena dosis de leche.
    
    Mi hermana ya había levantado la cabeza y miraba esas chupadas que me daba. Por su cara comenzaba a pensar que se estaba arrepintiendo de ese descanso que había pronosticado. Subió la mirada hasta los ojos de mi madre como intentando adivinar que guardaba en su cabeza.
    
    - Buenos ejemplares? Es que has estado con más de uno a la vez? – preguntó mi hermana con algo de asombro.
    
    - Al punto al que hemos llegado ya no tiene sentido ocultar nada. En aquella época cuanto más follaba, más me gustaba, y lo probé todo. Entre otras cosas, estar con dos chicos a la vez y te aseguro que fue genial. Todavía cuando lo recuerdo me excito!
    
    Si mi hermana se asombraba yo aún lo hacía más. Me resultaba difícil imaginármela con dos hombres a la vez, pero claro, mi mente la veía como mi madre y con la edad actual. Me irá imposible imaginármela de joven.
    
    No se si me leyó el pensamiento o se dio cuenta de la cara que puse, pero su siguiente frase despejó por completo el nubarrón que se estaba creando en mi cabeza.
    
    - Pero he de reconocer una cosa. Nadie me ha follado como lo has hecho tú, cariño! – dijo dándome unas chupadas con la vista levantada hacia mis ojos.
    
    - Quiero veros follar! – soltó mi hermana de repente.
    
    La miramos los dos con sorpresa. Podía esperar de ella cualquier cosa menos una petición como ...
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