Una granja muy caliente (Parte 16) - Relatos Eróticos

Una granja muy caliente (Parte 16)

... él. Al llegar a su finca Ignacio apagó el motor de la furgoneta y despertó de ese pequeño trance. Al abrir la puerta se dio cuenta de que ahí le estaba esperando Patricio apoyado en la parte trasera del todoterreno. Ignacio fue capaz siquiera de darse cuenta de que allí estaba Patricio esperándolo.

- Ya pensaba que no me veías Ignacio. Has pasado delante de mí y ni has apartado la mirada del volante. - Dijo Patricio en tono de broma.

- Te juro que no te había visto. Te habías camuflado. Además ¿Qué haces aquí? Ya viniste la semana pasada y estaba todo bien.

- Sí, pero luego en el laboratorio vi que había 2 vacas que las muestras que saqué no eran buenas y hay que comprobar que todo va bien lo antes posible. Como estaba por el pueblo te llamé llamé al móvil pero no respondiste y llamé a Donato que me dijo que estabas levantando una nave y me dijo que ya habías salido.

Patricio, sonriente, no paraba de tocarse la entrepierna mientras hablaba con Ignacio. De nuevo Ignacio estaba magnetizado mirando la entrepierna del veterinario.

- Ughhh sí... no escuché el teléfono. Estaba en silencio creo.

Patricio sonreía más mientras agitaba aún más su verga, casi masturbándose.

- A ver déjame ver... sí. Sí está en silencio. ¡Así no puedes tener el teléfono! - Dijo entre risas Patricio acercándose a Ignacio.

- Sí, sí... ya sabes que yo con estos móviles... no me apaño. Venga vamos para dentro.

Ignacio pudo percibir también el olor de Patricio. También estaba sudado el mono y olía también a macho. Diferente al olor de Mohamed pero eso a Ignacio le ponía caliente también su olor. Había visitado 6 granjas durante el día... más todas las que llevaba de la anterior semana y eso embriagaba al pobre Ignacio que volvía a tener una erección al ver a Patricio menándose la polla.

- ¿Qué pasa hoy? No parais de menearos la chorra. - Dijo Ignacio al cerrar la puerta y ver que Patricio no dejaba de llevarse la mano a la entrepierna.

- No sé Ignacio... Es que hoy no puedo parar. - Respondió sonriente Patricio. - Además me pasa una cosa, ¿Sabes?

La voz de Patricio de pronto se volvió más grave, más pausada. Tomando las respiraciones más profundas. Ignacio trataba de quitar la mirada de la polla de Patricio y cuando levantó la mirada se fijó que se había puesto un pasamontañas rojo que le cubría el rostro y en las manos se había puesto unos guantes.

- Ughh - Balbuceó Ignacio.

- Cuanto más me acaricio la verga, más ganas me dan de no dejar de acariciármela.

Patricio pudo colocarse delante de Ignacio que cada vez estaba más atrapado por el movimiento de la mano de Patricio. Lento pero firme.

- No puedes dejar de mirarla ¿Verdad? Es fascinante. Te gusta tanto... arriba... abajo... arriba... abajo... eso es... lentamente... profundo...

- Ughh... ehhh Patric....

- Shhhh, no te despistes Ignacio... ya casi estás...

Patricio volcó un poco de líquido en su mano izquierda y forzando a Ignacio a olerlo. Ignacio inicialmente trató de ...