1. Un trabajo inesperado


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Hetero Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos

    ... para ponerme más guarra!
    
    Bajé la boca hasta los tremendos pezones y comencé a succionar las exquisitas frutas.
    
    - Ahhh, joder, como me pones cabron!
    
    Las succiones eran potentes, incluso sonoras y la excitación de Pili aumentaba por momentos.
    
    - Ahhh, diosss! Como me gusta! Me vuelves loca!
    
    El tono de Pili iba aumentando y sus palabras comenzaban a resonar en la habitación con fuerza. Las manos de Pili orientaron mi estirada y consistente verga hasta conseguir que el capullo incidiera entre su raja. No esperé a esas chupadas que me había prometido y comencé a bombear sin dejar de chuparle las tetas.
    
    - Diosss, que polla tienes, cabron! Seguro que a Tere la revientas! – volvió a hablar de Tere para aumentar su propio morbo.
    
    - Tiene un coño más grande de lo que parece!
    
    Susurré elevando la cabeza para mirarla a los ojos. La cara de Pili comenzaba a desencajarse por la excitación. Apretaba los dientes y resoplaba a cada pollazo que recibía, pero lo que más la gustaba era el morbo.
    
    - Me gustaría ver cómo te la follas, cerdo!
    
    - Quieres que concierte una cita?
    
    - Ahhh, diosss! Seguro que serías capaz cabron! Ahhh, joder! Más, masss!
    
    Pili ya no hablaba, gritaba como una posesa moviendo el culo sobre la mesa al compás de mis embestidas. Yo ya andaba al límite y mi polla soltó un chorro de semen como un grifo cuando lo abres por completo.
    
    - Ahhh, diosss! Como siento la puta leche! Ahhhhg!
    
    Su cuerpo temblaba como un flan cuando el pulso del camarero está alterado. Los temblores se convirtieron en espasmos y sentí como se empapaba mis huevos. Se había aferrado a mi cuello y podía sentir los sonidos que salían de su boca tras mi oreja.
    
    Cuando por fin me soltó, mi polla salió entre la raja como si hubiera estado en un crematorio. Los polvos con Pili siempre eran así, rápidos, ardientes y llenos de fogosidad.
    
    - Ahora le puedes ofrecer el coño jugosito a Julián!
    
    La provoqué esperando alguna de sus barbaridades.
    
    - Pues se lo comería encantado el muy gilipollas, jajaja!
    
    - Con sabor a polla? – incidí .
    
    - Ya ha perdido hasta el gusto. Se come lo que le ponga, jajaja!
    
    Los dos nos reímos y después de recomponernos apagamos las luces y nos fuimos en silencio esperando que no nos viera nadie conocido.
    
    Pili se fue hacia su casa y yo me dirigí hacia Tinos, el bar donde solía tomarme las cervezas con algún amigo. Allí estaba Juanjo, un amigo de toda la vida el cual también había estado enrollado con mi hermana algún tiempo.
    
    Con Juanjo no tenía secretos, prácticamente nos lo contábamos todo, incluso me había llegado a contar como se lo montana con mi hermana el tiempo que estuvo con ella.
    
    - Que pasa Juanjo?
    
    - Pues ya ves, tomando la segunda. Pensaba que ya no iba a aparecer nadie!
    
    - Pues yo necesito una doble ya!
    
    - Que pasa, acabas de correr una maratón?
    
    - Pues casi. Acabo de estar con Pili en la peluquería!
    
    - Joder, que cabron! Que ganas tengo te tirarme a esa tía. Debe ser una máquina ...
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