1. Los oscuros deseos de mi hijo (10)


    Fecha: 18/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Gabriel B, Fuente: TodoRelatos

    ... esa frustración lo hacía sentirse vivo. Era mucho peor la frustración de cuando se sabía de antemano que una batalla iba a ser ganada, cosa que era muy deprimente. Y su tía era otro desafío. Pero también había una luz de esperanza ahí. Por lo visto no le había contado a su hermana que la había besado. Si lo hubiera hecho, su madre no tardaría en hacérselo saber, furiosa. La probabilidad de que su tía también cayera en sus manos lo hacía regodearse.
    
    Entonces sintió un profundo temor que lo acometía cada tanto. ¿Qué pasaría cuando se cogiera a su tía? ¿Cómo llenaría el vacío de su vida después de eso? Se respondió que era un miedo infundado. Aunque se acostara con su tía, ocurriría lo mismo que estaba pasando con su madre. Las ansias de volver a copular con ella sería un desafío tan emocionante como la de hacerlo la primera vez. Ese miedo aparecería cada tanto, pero lo acallaría con esa respuesta.
    
    De repente se le ocurrió una idea que se le antojó brillante, pero, a la vez, se reprendió a sí mismo por el hecho de que no se le hubiera ocurrido antes. Ciertamente sí había una fantasía incluso mayor a la de acostarse con su madre y con su tía; un fetiche superador: cogerse a las dos al mismo tiempo.
    
    De solo pensarlo, se le hizo agua la boca. Realmente era increíble que no se le hubiera ocurrido antes. Pero se dijo que eso era porque, ya de por sí, acostarse con ambas por separado parecía improbable de concretar. No obstante, ahora que había logrado lo que aparentemente había sido lo más improbable (cogerse a su mamá), podía darse el lujo de poner la vara más alta.
    
    Se deleitó ante la idea de poder dominar a esas dos hembras a la vez. Pero debía tener paciencia. Primero tenía que concretar aquella deliciosa fantasía con su tía, después debía hacer que lo de su madre no fuera solo algo pasajero, y luego, lo más difícil, generar un contexto en el que pareciera verosímil que ambas aceptasen en simultáneo estar con él.
    
    El hecho de tener un nuevo desafío (un desafío enormemente ambicioso) lo hizo increíblemente feliz. Sí, eso era. No debía preocuparse por cumplir sus deseos. Era posible que ese vacío terrorífico lo alcanzase cuando lo hiciera, pero siempre habría nuevos desafíos que le devolvieran el sentido a su vida.
    
    Les tocó pasar a la caja. Dante pasó hacia el otro lado, para ir poniendo en bolsas la mercadería. En ese momento, otra vez, hizo contacto con las nalgas de su tía, pues el espacio era muy reducido. Solo que en esta ocasión la rozó con sus caderas, y además, lo hizo a propósito. El hecho de que la hermosa madura ni se inmutara le dieron ganas de meterle mano sin preámbulos. Pero nuevamente se controló. Ya le llegaría la hora a esa MILF. Dante la veía como un exquisito pedazo de carne que se estaba cocinando a fuego lento.
    
    Cargaron las bolsas en el auto. Un cadete los ayudó, y parecía sumamente satisfecho cumpliendo una tarea tan insignificante como esa. Dante no necesitaba que nadie le explicara el motivo. Cuando su tía le ...
«12...456...12»