1. Alaska III.


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... descargar, Robert soltó los perros y Lancelot se vino a olfatearme y mi marido se dio cuenta ‒ ¿y que quiere ese contigo?‒ me pregunto ‒ debe ser porque está por llegarme el periodo y he leído que ellos lo perciben‒ le respondí ‒ sí ¡ah! … ¿no será porque también probaste con él?‒ dijo ‒ no seas bobo … solo Matt lo ha hecho‒ le repliqué, pero presiento que no me creyó del todo, debo ser cuidadosa hasta cuando él sea cómplice de mi perversión.
    
    Entramos a casa y Matt se fue a su colchoneta sin intentar acercarse a mí, Robert dijo que necesitaba una ducha y desapareció hacía el baño, cuando Matt sintió que mi marido era a ducharse, vino a la cocina y metió su nariz entre mis piernas, como estaba vistiendo unos jeans de trabajo no me causo ningún sobresalto, lo empujé cariñosamente hacía su colchoneta ‒ ¡no! Cariño todavía no … espera a más tarde‒ le dije rasqueteándole las orejas, él me lengüeteó la mano y volvió a echarse, me impresionó el hecho de que esperara a que Robert no estuviera en vista para venir a tratar de lengüetearme, que delicadez.
    
    Robert salió del baño y nos sentamos a almorzar, hablamos de su cacería, de salir a colocar nuevas trampas para pieles, de lo malo que está el clima este año en particular, del dinero que había depositado en banca, hasta que al fin me dijo que quería saber más de lo que había hecho con Matt, así que le comenté de su lengua, que era larga, rasposa, resbalosa y todo eso combinado hacía maravillas en mí conchita, procurándome orgasmos demenciales, luego quiso saber si me atrevería a darle mi chocho, yo dije que si siempre y cuando él estuviera cercano a asistirme y a intervenir si algo no andaba bien, a lo que estuvo de acuerdo, nos fuimos a la sala de estar y Robert llamo a Matt que vino trotando juntos a nosotros.
    
    Me senté a la orilla del diván y Robert trajo a Matt cerca de mis piernas, el perro ya sabía que hacer así que no perdió tiempo en protocolos ni olidas varias, se lanzo de lleno con su hocico sobre mi chocho, su fría nariz golpeo mi clítoris y sentí los primeros temblequeos, sujeté su cabeza contra mi concha y eche la cabeza para atrás en éxtasi gozando de su hábil lengua, pronto todo se transformo en una delirante caravana de orgasmos, Robert me miraba fascinado con su verga en la mano, lo hice acercarse para sentir su pene en mi boca.
    
    Estaba mamando a mi marido mientras Matt me tenía alto en las estrellas revolviéndome con su lengua todos mis sentidos, la verga de mi esposo me llegaba a la garganta y mi paladar sentía ya el sabor de su semen que comenzaba a salir de su glande, los glúteos de mi marido estaban duros, tensos y me acabo en lo profundo de mi boca provocándome unas arcadas pasajeras mientras forzaba su esperma hacía mi tráquea, causándome un poco de ahogo, exhausto Robert se sentó a mi lado siguiendo atentamente los ataques de Matt a mi vagina.
    
    Robert me acariciaba ambas tetas y jugaba con mis pezones, toda esta estimulación sobrepasaba mi limite de suportación y me ...
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