1. Alaska III.


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    La mañana era muy fría, los vientos huracanados habían cesado, la claridad del día se filtraba por los ventanales cubiertos de nieve después de la horrenda tempestad del día anterior, Matt, Lancelot y Circeo reposaban cada uno por su lado, dormían sueños de oro, tenían su futuro asegurado, tenían un techo donde guarecerse, tenían comida garantizada y ahora tenían también un chocho que jamás se llenaba.
    
    Me levanté sigilosamente y me fui a la sala de estar a escuchar las transmisiones de la mañana, comenzaron a dar lectura a los mensajes y eran muchos según el locutor, así que pusieron un tema de The Queen, adoro a Freddy así que me quedé escuchando atentamente, luego vinieron los mensajes ― Para Laura 404 de su marido Robert … Cariño estamos esperando una ventanita de buen tiempo para mañana jueves … nos veremos … te quiero mucho … Robert― ese era el mensaje para mí, me puse muy contenta, por fin mí marido regresaba a casa, tenía todo el día para preparar la casa y darle una bienvenida como se merece.
    
    Me vestí y me llevé a Circeo y Lancelot al granero, Matt se quedó conmigo, el cielo estaba nublado, pero había una paz sepulcral, no había un ápice de viento, la nieve estaba alta, así que despejé el camino de la casa al granero y después estuve cortando leña por casi dos horas, no quería que mi marido quizás todavía convaleciente llegara a hacerse cargo de todo, además que había que hacer muchas cosas más, en un par de semanas vamos a necesitar carne y esa es una faena de mi marido, tiene que ir detrás de un ciervo o un alce.
    
    Alimenté a los perros y luego me fui a ordenar nuestra casa sobre todo nuestro dormitorio que más parece un campo de refugiados, para que decir del olor a semen y follada que hay por todos lados, Matt muy señor me seguía por todos lados, pero jamás intentó importunarme, siempre me hizo compañía y él es muy buena compañía en todo sentido.
    
    Volví en la tarde a dar de comer a nuestros perros y Lancelot casi rompía su cadena queriendo tirarse sobre mí, esa fogosidad de este perro alimentó mis perversiones y mi chochito se humedeció, Circeo en tanto me miraba y movía su cola, los otros animales lucían normales y solo querían comer.
    
    La jornada había sido laboriosa y cuando regresé del granero Matt estaba detrás de la puerta y lo único que quería era olfatearme, me detuve unos segundos y él me olfateó por todos lados, incluyendo mi chocho, luego movió su cola me lengüeteó el guante de mi mano y se alejó hacía su camita, yo fui a desvestirme pues necesitaba bañarme, Lancelot me había provocado cosquillitas y desnuda me fui al baño acariciando mi concha caliente, llamé a Matt y vino casi al trote con la mitad de su verga pendiendo de su pancita ― ¿cómo sabe?― me pregunté, son esas cosas misteriosas con las cuales ellos nos sorprenden, me senté en la orilla de la bañera y Matt bajó su hocico y se dirigió directo a mi vulva, su fría nariz golpeó mi clítoris haciéndome relajar mí cuerpo para permitirle a su lengua de invadir ...
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