1. Alaska III.


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... hacía hundirme en la niebla de un orgasmo infinito, Matt se alzó con su patas sobre el sillón e intentaba penetrarme, yo fingí un sobresalto y Robert me dijo ‒ quédate quieta y veamos que hace‒ obedecí a mi marido y Matt inició una danza de saltitos tratando de alcanzar mi conchita, pero la posición no era la adecuada, Robert también se dio cuenta y me dijo ‒ y si te giras y te pones a lo perrito … quizás así él pueda entrar en ti‒ yo le miré un poco nerviosa ‒ ¿es eso lo que quieres? … ¿qué me folle este animal?‒ le dije en un tono de voz tratando de parecer turbada por la situación ‒ si mi amor … prueba … hazlo por mi‒ me dijo y me dio un beso.
    
    Con las piernas que me temblaban por la excitación de ser penetrada una vez más por Matt, me puse en cuatro a los pies de mi marido, Matt muy hábil se fue detrás de mi y me lamió por un par de veces y me montó, yo movía mi culito para dificultar su penetración, quería que Robert se diera cuenta que no era una cosa fácil ‒ al parecer no acierta con mi vagina … porque no le ayudas tú para que me pueda penetrar‒ le dije con una mirada angelical e inocente ‒ espera amor mío, yo le ayudaré‒ mi esposo se inclinó, tomó la verga de Matt en sus manos y lo enfiló directamente en mi conchita, emití un alarido casi desgarrador, Robert paso su mano bajo mi cuerpo y agarró uno de mis pezones ‒ Calma … tranquila … ya entró …‒ me dijo dándome un beso en mi espalda.
    
    Yo trataba de simular dolor y malestar, pero no pude continuar y preferí esconder mi rostro incipiente de lujuria y deseos en el sillón bajo mis enmarañados cabellos, porque sentía tan rico ese pene de Matt y mi marido acariciándome y besándome que mi orgasmo repentino tuve que ocultarlo mordiendo mis labios y haciendo rechinar mis dientes, esa verga me estaba haciendo enloquecer, Robert puso su mano en mis nalgas y sentí su dedo en la apertura de mi ano, gemí cuando lo introdujo y ya me solté ‒ hazme el culito Robert … mételo en mi culo‒ le dije con una voz rauca, casi implorando por sus caricias en mi trasero ‒ ¡aaarrrgghh!‒ exclamé arqueando mi espalda cuando sentí que Matt empujaba su bola maravillosa dentro de mí.
    
    Comencé a gemir y a dar grititos agudos empujando mi culo hacía atrás, mi esposo amado me manoseaba, palpaba y sobajeaba por todos lados amplificando mi placer y disfrutando al verme ensartada en la pija roja y caliente de Matt, lo calentaba al verme como una perrita copulando con su macho, mis tetas se balanceaban y ya no había nada que ocultar, yo me había corrido intensamente, mi marido tenía una verga dura como palo y Matt estaba en su frenesí dándome con todo, mis uñas estaban enterradas en el sillón y sentía los arañazos de mi peludo amante en mis muslos, seguro que me dejaría con sus marcas de amor.
    
    Mi razón estaba obnubilada y solo mis sentidos corporales persistían arrastrándome a una desenfrenada lujuria, sentía su miembro que tironeaba mis carnes delicadas y sensibles, su bulbo enorme que crecía y crecía en mi interior ...
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