1. Solo mirar, no tocar


    Fecha: 15/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... pene por debajo de su pantalón y como paraba de vez en cuando para mirarme, mirarme de otra manera, fijándose en mis pechos y en mi sexo que con una pierna estirada sabía que posiblemente mis bragas estuvieran al alcance de su mirada, no sé que me estaba pasando, que nos estaba pasando, lo que me dijo mi primo abrió el camino y la lectura excito mi cuerpo de tal manera que yo veía al protagonista de la historia y no a mi primo, cuatro páginas más y tenía mi sexo mojado, sentía la humedad en mis bragas, mis manos recorrían mi pecho disimuladamente y mi primo había trasladado una mano a su entrepierna apretando de vez en cuando con los dedos.
    
    -Lara, voy a parar de leer, te parece bien.
    
    -Como quieras y que habías pensado hacer.
    
    -Ya lo sabes.
    
    -No, no lo sé.
    
    -Lara sabes que no me ando por las ramas, estoy muy caliente y te veo muy excitada y había pensado…
    
    -Que habías pensado Óscar.
    
    -Que nos masturbáramos juntos.
    
    Un silencio incómodo nos separó y al cabo de unos segundos que me parecieron minutos.
    
    -No estarás enfadada verdad, no quiero molestarte, pensaba que tú…
    
    -Me parece bien Óscar, enseñar, pero no tocar.
    
    -Enseñar, no tocar, lo pillo.
    
    Me incorpore, me quite los calcetines y la camiseta quedándome solo con las bragas y la verdad que no estaba dispuesta a quitármelas, él se quitó su pantalón dejando escapar aquella polla tan enorme que tenía entre las piernas y empezó a mirarme y a meneársela a la vez que yo acariciaba mi cuerpo pasando mi mano por mi vulva notando mis bragas mojadas, la excitación iba a más.
    
    -Te gustaría verme el chochito, ver cómo me toco. –No sé porque le dije eso, la respuesta era evidente y estaba pasando una línea que no hubiera querido pasar.
    
    -Si por favor, enséñame como te lo tocas, como tus dedos se deslizan y penetran en tu coñito.
    
    Estire mis piernas uniéndose a las suyas, los dos en un extremo cada uno de la cama con nuestros pies tocando nuestros muslos y mis dedos apartando la tela de mis bragas mostrándole mi vulva, acariciando mis labios y apartándolos para que viera más allá de ellos, su mano seguía subiendo y bajando por su pene.
    
    -Eres realmente preciosa prima, excitante y que me encantaría ir más a allá contigo aquí y ahora.
    
    -Solo ver primito, solo ver. –Le contestaba a la vez que jadeaba un poco al estar con mis dedos sobre mi clítoris.
    
    Pero una vez más, fui yo la que rompió el frágil techo que nos habíamos impuesto, al acercarme más a él y rozar con mi planta del pie su pene sin querer, en ese momento nos miramos y de nuestros ojos salían chispas de deseo, sus manos se apartaron cuando mis dos pies se posaron en su pene, acariciándolo con suavidad, intentándolo agarrar arqueando las plantas de los pies y mis dedos, arriba y abajo mis pies se deslizaban por su tronco fálico, mi primo hacía tiempo que se había quitado la camiseta y mi pie izquierdo le recorrí su pecho, acariciándolo hasta que me lo cogió y se lo llevo a su boca chupando mis dedos, en ese momento ...