1. Solo mirar, no tocar


    Fecha: 15/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    Era viernes por la tarde y el día había estado lluvioso, el frío se metía en los huesos a pesar de ir vestida como una cebolla, capa sobre capa de ropa para abrigarme y por fin después de una semana terrible llegaba a casa dispuesta a descansar durante todo el fin de semana, lo primero que iba a hacer era darme un baño caliente con sales aromáticas y relajantes mientras terminaba la apasionante novela que estaba leyendo antes de que llegara mi primo el cual venía para quedarse una semana en mi casa por motivos de trabajo.
    
    -Mamá, no estoy para nadie, me baño y subo a la buhardilla a escuchar música y leer, cuando llegue Óscar dile que suba.
    
    -Vale hija, pero tu padre y yo nos vamos en quince minutos y llegaremos tarde.
    
    Lo último que dijo mi madre ni lo escuche, ya estaba enfrascada en la música con los auriculares puestos llenando la bañera, mientras lo hacía me desnudaba en mi habitación con parsimonia cantando y bailando al son de la música, cuando salí de mi habitación con el albornoz me extraño no ver a mis padres, pero no le di importancia y me metí en el baño, cerré la puerta y me fui quitando el albornoz y mis bragas despacio, metiéndome en el agua caliente, no tenía ninguna prisa.
    
    Había pasado más de media hora y mis dedos empezaban a estar bastante arrugados, me quité los auriculares saliendo de la bañera y poniéndome una toalla sobre mi cuerpo, era curioso la puerta del baño estaba abierta y yo juraría haberla cerrado, pensé que quizás mi madre habría pasado y la habría dejado abierta, pero lo más curioso es que no había ningún ruido en la casa, solo música que venía de la buhardilla, entonces supe que Óscar había llegado, pero de mis padres ni rastro.
    
    Me apresuré a vestirme, unas braguitas cómodas, una camiseta enorme tamaño XXL que me gustaba utilizar para estar por casa utilizándolo como camisón y unos calcetines gordos, a pesar del frio invernal que hacía en el exterior dentro de casa se estaba como si estuvieras en verano y así, de esa guisa subí a la buhardilla a ver a mi primo.
    
    Al abrir la puerta me lo encontré recostado sobre el enorme sofá cama que tenemos justo debajo de las pequeñas ventanas, es una habitación grande forrada en dos de sus cuatro paredes por un mueble de madera oscura de arriba abajo donde descansan un montón de libros, en otra pared una puerta que llevaba a un cuarto de baño y a continuación de la puesta continuaba el mueble de madera donde presidía en el centro una enorme pantalla de televisión y delante de ella un sofá con dos sillones orejeros y una mesita de café, la última pared pegada a ella la cama donde estaba tumbado en uno de sus lados mi primo leyendo un libro.
    
    -Que tal primo, ¿hace tiempo que llegaste?, ¿cómo estás?
    
    -Ahora perfectamente primita, joder con el tiempo que tenéis aquí, que frio.
    
    Me dirigí hacia él dándole dos besos en la mejilla y subiéndome a la cama justo frente en el otro extremo de la cama, Óscar dejo su libro sobre su pecho y empezó a contar su vida, ...
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