1. La hija de mi mejor amigo


    Fecha: 03/04/2019, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    Cuando la oscuridad se apodera de ti, puedes llegarte a convertir en alguien que jamás hubieras imaginado. Estaba muy harto de absolutamente todo. De un negocio que casi no me daba para comer, de la zorra de mi exmujer, de no poder ver nunca a mi hijo y de tener a mis padres enfermos. Sentía que cualquier día iba a hacer una locura, aunque pensaba que solo me perjudicaría a mí.
    
    Era el dueño de un bar musical desde hacía diez años. Mi amigo Amancio y yo siempre habíamos soñado con tener uno, desde adolescentes. A él le prestaron el dinero sus padres y abrió una discoteca que lo acabó convirtiendo en millonario. Yo no tenía quien me dejara nada y me tuve que conformar con ser camarero en su local e ir ahorrando hasta que monté el mío propio, mucho más modesto.
    
    Allí conocí a la que terminó siendo mi mujer. La contraté como camarera y a los dos meses ya estaba embarazada. Era una relación destinada al fracaso. Después de unos años tormentosos nos acabamos divorciando y perdí la custodia de nuestro hijo porque mi estilo de vida no era compatible, según el juez. Era cierto que el trabajar de noche me impedía atenderlo, pero de alguna forma lo tendría que alimentar.
    
    Que Amancio triunfara de esa manera por su cuenta nos alejó un poco al principio. Luego volvimos a ser los que éramos, al tener yo mi propio negocio y no sentirme tan inferior, aunque realmente lo era, porque él tenía millones y yo no llegaba a fin de mes. Pero no quería perder a mi amigo de la infancia, incluso era el padrino de su hija, Cayetana. No nos veíamos tanto como antes, pero hacía todo lo posible por mantener el contacto, bastante más de lo que hacía él.
    
    Una tarde estaba en mi local, preparando todo junto a mis dos camareras, quedaba todavía media hora para abrir. Empezaba a hacer buen tiempo y tenía la esperanza de empezar a remontar y pudiera llenar esa noche. De repente, alguien golpeó en la persiana.
    
    - Está cerrado, vuelve en media hora.
    
    - Jacobo, soy yo, ábreme.
    
    - Amancio, dichosos los ojos. ¿Qué te trae por mi humilde bar?
    
    - Tenía ganas de hablar contigo un rato y quería pedirte un favor.
    
    - Ya decía yo...
    
    - No, hombre. Te lo podría haber pedido por teléfono, pero tenía ganas de verte.
    
    - ¿De qué se trata?
    
    - Cayetana vuelvemañana de Londres, ha estado tres años allí y la veo todavía muy verde. Quiero que le ofrezcas trabajo aquí.
    
    - Pero si no tiene edad para trabajar.
    
    - Tío, cumple dieciocho elsábado, también he venido a invitarte a su cumpleaños.
    
    - ¿Por qué no trabaja en tu discoteca?
    
    - Porque conmigo hace lo que quiere, no aprendería nada.
    
    - Pero yo no me puedo permitir una camarera más.
    
    - No te preocupes por eso, yo lo pondré de mi bolsillo.
    
    - No sé, Amancio, no creo que esté preparada.
    
    - Sé que no lo está, pero necesito que se curta o la van a devorar.
    
    - Está bien, hablaré con ella elsábado y veré si es posible.
    
    - Muchas gracias, Jacobo, eres un tío grande.
    
    Lo último que me que me faltaba era tener en el ...
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