1. El amigo de la familia me dio en mi cuarto Parte I


    Fecha: 09/11/2019, Categorías: Gays Autor: Pakami, Fuente: TodoRelatos

    ... puedo olerla si cierro los ojos.
    
    “Abre,” me susurró al oído, y yo abrí mis piernas para él tanto como pude.
    
    Su polla empujaba contra mi agujero y lentamente hacía que perdiera la cabeza.
    
    “No grites,” me dijo antes de empezar a empujar su pedazo dentro mío.
    
    Le llevó varios minutos hacer que entrara la cabeza. Supongo que fue la consecuencia de no haberme preparado mucho. Pero tan pronto como la sentí entrar, abriéndome de par en par tuve que morder la almohada para no gritar con todas mis fuerzas. Se sentía mucho más grande en mi entrada que en mis manos.
    
    “Shh, estás muy ajustado,” me volvió a susurrar con dificultad.
    
    Intenté hacerle caso, pero mientras más profundo se hundía, más fuerte era el dolor. Eventualmente comencé a hacer tanto ruido entre mis quejidos y gemidos, que no le quedó opción mas que cubrirme la boca.
    
    “Solo un poco más,” me prometió.
    
    Y era cierto. Un minuto después había logrado entrar por completo. Nos quedamos así por un tiempo, con la respiración agitada y disfrutando de lo morbosa que era esta situación. Es lo mas jodido que he hecho en mi vida, pero se sentía tan increíble.
    
    Mis padres estaban abajo mientras el hombre en el que ellos confiaban y que habían invitaddo a su hogar ahora había comenzado a penetrar a su hijo una y otra vez.
    
    Fue durante la tercera vez que descendió en mi entrada con mi fuerza que comencé a ver estrellas por algo que no era el dolor. Encontró el punto perfecto y creo que lo notó. Este macho es un experto del sexo. Sabía precisamente cómo moverse, cómo hacer hacia atras y luego hundirse por completo dentro mío de la manera más precisa para hacerme delirar de placer, haciéndome olvidar el dolor excruciante que había pasado solo un minuto atrás.
    
    No solo eso, sino que la forma en la que sus músculos del pecho y del abdomen se tensaban sobre mi espalda mientras el se daba placer con mi cuerpo delgada es una sensación de la que nunca me podré olvidar. Él era un máquina de sexo perfecta. Incluso la manera en la que movía sus caderas para penetrarme una y mil veces era imposiblemente sensual.
    
    Si, me doy cuenta de que hago que esto suene a un cuento de hadas, pero ustedes tienen que entender que alguien como yo nunca se hubiese imaginado que me encontraría en una situación como esta.
    
    Ya me encontraba tan, tan cerca de perder la cabeza en un mar de placer… tan cerca, pero justo en ese momento sonó la puerta.
    
    “¿Franco? Julieta no se siente bien. Deja a Mauro tranquilo para que se puedan ir a la casa. ¿Y por qué está tu puerta trabada?”
    
    “No se preocupe, señora Blanca. Ya casi bajamos.”
    
    Lo dijo con un tono perfectamente natural. Estoy seguro de que mi mamá nunca sospechó nada. Bueno, al menos estoy seguro de que no sospechó que tenía la polla de este macho enterrada en lo más profundo de mi agujero y tenía los ojos llorosos de placer. Ni que me hubiese sido imposible contestarle porque tenía la boca cubierta para disimular mis gritos delirantes de placer.
    
    “Te ...
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