1. El amigo de la familia me dio en mi cuarto Parte I


    Fecha: 09/11/2019, Categorías: Gays Autor: Pakami, Fuente: TodoRelatos

    ... cerrándose detrás mío seguido por el suave sonido de la traba. Al día de hoy todavía me pregunto cómo hice para no desmayarme en ese momento.
    
    Tan pronto como me di la vuelta para ver qué estaba sucediendo, noté que había un macho alto, muscular e increíblemente apuesto desabotonándose la camisa mientras me veía con esa maldita sonrisa.
    
    “Disculpa, campeón. Espero no te importa. Tu habitación se siente algo caliente. ¿Cómo haces?”
    
    “Te– um, tenemos aire acondicionado,” dije batallando con mi boca seca como un desierto.
    
    Su cuerpo era exactamente como me lo había imaginado. Pectorales grandes, sobresalientes sobre una pila de ocho abdominales perfectamente definidos. Ese hombre se movía con la gracia de alguien que está más que acostumbrado a tener un cuerpo así. Se le notaba la confianza en sí mismo, y les estaría mintiendo si dijera que no era lo mas sensual que he visto en mi vida.
    
    “Perdona, no quiero hacerte sentir incómodo,” me dijo deteniéndose a la mitad del proceso de quitarse la camisa.
    
    “Para nada,” le respondí, quizás algo rápido.
    
    “Que bueno.”
    
    Mauro no se había movido un centímetro. Aún se encontraba de pie frente a mi puerta. Con la excepción de que ahora ya no tenía una camisa que lo cubriese. No puedo ni siquiera comenzar a explicarles lo surreal que esto se sentía.
    
    “Para que quede claro, no soy gay,” dijo luego de un silencio incómodo. “Me di cuenta que tu si hace un tiempo, pero yo no.”
    
    En ese momento recuerdo haber pensado que quizás él estaba diciéndome sutilmente que nada iba a suceder. No me hubiese importado honestamente. A este día todavía me puedo correr fácilmente solo con el recuerdo de su pecho descubierto. Me hubiese quedad feliz solo con eso.
    
    “No te preocupes, no voy a decirle nada a tus padres,” la idea no me había cruzado la cabeza. “Pero pensé que podría pedirte un favor.”
    
    “Si, claro,” dije inmediatamente.
    
    “Bien,” se sonrió. “Lo que sucede es que Julieta está muy embarazada. Al punto de que ya no puede cumplir con sus deberes de mujer, y yo soy un hombre. Tengo ciertas necesidades.”
    
    “¿Quieres que te la chupe…?” Me salió como una mezcla de pregunta y declaración.
    
    “Para empezar, si. Pero luego de eso quiero que me ofrezcas la colita para que te la llene de leche. Necesito algo bien ajustado donde meter mi polla.”
    
    Mientras hablaba se habría el cinto y yo les juro que yo estaba tan duro que podría haber explotado instantáneamente. Él no tuvo que decir nada. Yo solito caminé hasta donde el estaba parado, con cuidado de no perder el equilibrio sobre mis piernas que no paraban de temblar. Mauro tenía su polla en la mano, esperando por mí.
    
    Era de un tamaño promedio, lo cual era perfecto para mi garganta no tan experimentada. Se sentía caliente cuando la tomé en mis manos y comencé a masajearla lentamente, arriba y abajo. La cabeza rosada brillaba con pre y no tardé mucho en metérmela a la boca. Cuando les digo que yo me estaba babeando sobre la polla de ese macho, no les miento. ...
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