Los secretos de Jota: Dualidades: Bruno (XX) - Relatos Eróticos

Los secretos de Jota: Dualidades: Bruno (XX)

... espesas empezaban a unirse entre sus labios y el glande de Bruno, el otro interponía la cara en la mitad para lamer aquel puente de saliva y juguetear con él. En esos momentos, Bruno empujaba ambas cabezas para que se besaran entre ellos y se magrearan con aquella saliva con olor a rabazo y precum entre sus bocas y sus caras de niñatos cabrones.

Según metió parte de rabo en la boca del novio, empezó a besar a Mario saboreando aquella boca llena de saliva de ambos y de restos de su precum. Mientras se besaban, Bruno quitó la camisa abierta de Mario después, la camiseta interior dejando a la vista aquella figura delgada, fibrada y muy sexy de Mario. Él mismo se bajó los pantalones dejando al aire su culazo expuesto y apretado en el suspensorio azul y amarillo que llevaba. Bruno lo miró deseoso. Desde aquella postura, veía la espalda fibrada y arqueada de Mario que terminaba en un bulto grande de aquellas dos nalgas. Las dos tiras del slip, una a cada lado de la nalga, apretaban estas al centro generando una imagen aún más fuerte y apretada de ese culito sin un solo pelo. Mientras Aritz seguía mamando, Bruno bajó la mano por la espalda al mismo tiempo que besaba a Mario. Al llegar al culo lo agarró fuerte con la mano abierta. Apretó duro haciendo que un gemido intenso saliera vibrante de entre las dos bocas. Seguidamente un aullido seco por el golpe duro con la mano en aquel culazo.

Sin decir nada, Bruno agarró a Mario de su flequillo rubio y lo volvió a poner de rodillas. El novio le pasó el pollón y se lo metió él mismo en la boca de su chico mientras le empujaba su cabeza contra él.

Se encaminó hacia el cuarto perdiéndose de la vista de ambos.

Mientras con una mano meneaba aquel grueso rabo, con la otra soltaba uno a uno los botones hasta dejar la camisa completamente abierta. Se llevó la mano que sujetaba la polla para lamerse las partes manchadas por el precum que había soltado y usó ambas para quitarle la camisa, y seguidamente agacharse al paso que le bajaba pantalones y ropa interior de un tirón. Ya de rodillas le quitó el calzado y lo desnudó en menos de un minuto.

Mientras Bruno disfrutaba de aquella sabrosa y joven boca, lasciva y muy carnosa, llevó las manos a la parte trasera de la toalla y tirando de ella hacia atrás se la quitó y la lanzó al suelo haciendo que el rabo de Aritz golpeara el suyo con un contacto caliente y muy excitante. Mientras lo besaba podía observar cómo su rabo era bastante atractivo. Largo, de unos 18 centímetros, aunque bastante fino. Con la punta rosada y de la que ya salía un hilo de precum que manchaba el pubis de Bruno. Pero lo mejor era el culazo. Muy similar al de Mario. Pequeño pero respingón. Sin un solo pelo, lampiño y deliciosamente fibrado. Dos culazos muy similares a los que iba a dar mucha caña.

Mientras ambos se degustaban uno al otro completamente desnudos, escucharon una puerta abrirse y los pasos de Mario hacia ellos.

Joder. Bruno se quedó con la boca abierta. Mario, con el ...