1. La Plantación II


    Fecha: 05/11/2019, Categorías: Incesto Autor: hector37nd, Fuente: SexoSinTabues30

    ... gemidos, y levantaba el orto para que la penetrara bien a fondo”
    
    “No creo que lo podamos convencer de volverse bueno….” Le decía yo, tratando de concentrarme en el tema. Y eso era algo difícil, con Raquel clavada abajo mío, más tres niños desnudos ahí cerquita, los nuestros ya haciéndole cariñitos a Danaé.
    
    “La solución es que lo matemos Raquel. Tenemos que matar a tu viejo y que parezca un accidente, o que murió de muerte natural.” le terminé diciendo.
    
    “Siiii…. “ Gimió ella. “No esperaba menos de vos! No va a ser difícil, yo lo podría envenenar la próxima vez que me quiera coger!” dijo excitada.
    
    Mientras ella y yo discutíamos como llevar a cabo nuestro plan, Nat y su hermanita se ocupaban de pasar el ungüento curativo sobre las marcas de los latigazos en el cuerpito de Danaé. Enseguida noté lo muy amigos que se estaban volviendo. La nena estaba de costado, y Nat detrás de ella. Pude notar que él todavía tenía la pijita bien parada, desde que había estado a los besos con su mamá. Sandrita se acostó de frente a su nueva amiguita, y también le pasaba la medicina. La tenían como sandwichito! En un momento pude ver que nuestra nena le daba besitos en la cara a Danaé, y que la niña sierva se los devolvía pero buscando su boca. Nat le apoyó la verga en el culito, y Sandri, como le salía naturalmente, le metió un dedo en la conchita.
    
    Raquel y yo los vimos, y los dejamos disfrutar, excitándonos también de verlos haciéndose cositas… siempre y cuando no lastimaran a nuestra protegida.
    
    Danaé también actuaba naturalmente dejándose tocar, echaba para atrás la cola cuando sentía la verguita de Nat, y abría sus piernitas para que Sandri la acariciara mejor. Nat tuvo un orgasmo seco, frotándose contra el nuevo culito de la familia.
    
    Pensando en que Danaé acababa de ser flagelada, me levanté de la cama, luego de llenarle el recto de semen a Raquel, y me acerqué a los chicos para explicarles que la nueva amiguita necesitaba descansar. Ellos pusieron cara de pucherito pero me hicieron caso. Yo me incliné entonces sobre la pobre niña y la besé con cariño en su frente.
    
    “Danaé, ahora vamos a tener que bajar a desayunar con Don Julio, y aparentar que todo está normal. Vos te tenés que quedar acá escondida.” le dije persuasivamente. Ella me sonrió y me miró con ojitos llenos de amor.
    
    Corrimos el biombo para tapar el colchón donde yacía la nena. Les expliqué a mis niños que ni una palabra de esto, que actuaran normal y no hicieran enojar a su abuelo Julio. Y que fueran cariñosos con él.
    
    Luego de lavarnos y vestirnos, bajamos a desayunar aparentando normalidad.
    
    Al llegar al comedor ya estaba servido el desayuno y don Julio parecía un poco impaciente. Había café, pan y manteca elaborados en la finca, y frutas en abundancia.
    
    Tratamos que nuestras sonrisas no fuesen demasiado fingidas, hablamos de todo un poco, y el abuelo explicó que tenía que irse al pueblo por el día, temas de negocios.
    
    Después se puso a hablar de cosas que ...
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