La difícil situación de Angela (1/2) - Relatos Eróticos

La difícil situación de Angela (1/2)

... podría.

Mientras estoy de pie desnuda, ella toma mis medidas, envolviendo la cinta métrica alrededor de mi busto, debajo de mis senos y alrededor de mis muslos y cadera... Después de medir mi talla de zapatos, se va y regresa con una pequeña caja, una percha con dos prendas diminutas y un par de zapatos.

Abre la caja y saca un vibrador de unos 15 cm de largo y 3 cm de diámetro, un tapón anal mediano de tamaño estándar y una mordaza.

- "Espera un minuto... No me inscribí para esto... Sólo quiero ser una simple camarera", le dije protestando.

- "Esto que ves, son necesarios para el trabajo, querida... Hace mucho ruido en el bar y así es como resulta más fácil avisarte para que vayas o vengas a recoger tus pedidos... El dildo vibra y da una cierta cantidad de pulsos cortos y eso te dice qué número de mesa está para llevar el pedido... Cuando el tapón vibra una cierta cantidad de pulsos, eso te dirá qué número de mesa te está llamando", me dice con una voz suave y no amenazadora.

Todavía no estoy segura de esto que dice, pero parece algo factible, pero la mordaza, me confunde y le pregunto:

- "¿Y qué pasa con la mordaza?... No parece que sirva para ningún propósito en todos."

- "Eso es sólo parte del atuendo, de verdad... A muchos hombres les gusta eso de nuestros uniformes."

- "Realmente no estoy segura de esto... No estoy de acuerdo con este tipo de uniforme... No pensaba que fuera tan,.. intrusivo."

- "Bueno... Si así es como te sientes, supongo que no necesitamos hablar más... Aunque, no estoy segura de que puedas encontrar otro lugar que te contrate por la cantidad de dinero que probablemente ganarás aquí", dijo ella.

Suspiro, dándome cuenta de que probablemente tenga razón... ¿Y qué daño real sería estar de acuerdo?... He tenido consoladores dentro de mí antes y he jugado con tapones anales y en realidad son algo excitantes... Así que le dije:

- "Está bien, está bien... Continuemos."

- "Bien, ahora coloquemos esto... Abre la boca."

Abro la boca y ella coloca la mordaza de bola firmemente detrás de mis dientes frontales... Envuelve la correa alrededor de la parte posterior de mi cabeza donde la abrocha en su lugar... Luego escucho un clic... Mis ojos se abren de par en par y rápidamente alargué la mano detrás de mi cabeza para encontrar que la mordaza había sido asegurada en su lugar... Empiezo a tratar de quitármela.

Ella me coge la mano y me dice:

- "No serviría de mucho ponerte eso si pudieras quitártelo, ¿verdad?... Relájate... Estarás bien en poco tiempo... Te lo quitaremos cuando lo necesites."

Sus palabras me calmaron un poco y mis brazos volvieron a bajar a mis costados.

- "Ahora necesito que te inclines".

Me doy la vuelta y me inclino, apoyándome en una mesa... Siento que la humillación y la vergüenza me inundan cuando ella abre mis nalgas y unta de lubricante mi agujero anal.

Lo siguiente que siento es la punta del tapón mientras lo empuja suavemente... El cono se hace más ...