1. Las cálidas manos de mi hermana mayor


    Fecha: 03/11/2019, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    ... empujar. Mi polla se sumergió en ella, en su humedad, su calidez. Su estrecho interior hacía que la fricción fuese increíblemente placentera. Me dediqué a bombear lo mejor que pude, era mi primera vez. Maika me gemía en el oído e iba guiando mi ritmo. Notaba sus duros pezones clavándose en mí, sus fluidos empapando mis genitales. Quería aguantar toda la vida ahí dentro, pero ambos sabíamos que no era posible.
    
    Tras conseguir empujar más de lo que me imaginaba, saqué la verga y la rocié con mi semen, no me dio tiempo a apuntar a otro lado. Maika me pidió que siguiera con la boca y eso fue lo que hice. Coloqué mi cabeza entre sus piernas y le lamí el coño lo mejor que pude hasta que se corrió. Sus jugos me supieron a gloria.
    
    Tras el orgasmo, Maika tardó poco en vestirse y marcharse, era mejor que no la descubrieran ahí. No me dio tiempo a preguntarle qué significaba lo que había sucedido, pero di por hecho que a partir de ese momento, estábamos juntos. No podía ser más feliz, por fin había conquistado al amor de mi vida, había perdido la virginidad con ella.
    
    La alegría era tan grande que fui incapaz de ocultárselo a Vera. Mi hermana no daba crédito, no podía creerse que su mejor amiga se hubiera acostado conmigo y mucho menos que fuésemos pareja. No sabría decir si estaba alegre o todo lo contrario, simplemente me dijo que la iba a llamar para enterarse de todo. Media hora después, fue Maika la que me llamó a mí.
    
    - Hola, mi amor.
    
    - Luca, ¿qué has hecho?
    
    - Lo siento, tenía que decirle a mi hermana que estamos juntos.
    
    - Es que no lo estamos.
    
    - ¿Cómo que no?
    
    - Eres un crío para mí.
    
    - Dijiste que era un hombre.
    
    - Vas camino de serlo, pero yo ahora necesito otras cosas.
    
    - Yo te las puedo dar, ten un poco de paciencia.
    
    - Te agredezco lo bien que te portaste, también el orgasmo, pero no habrá más.
    
    - Maika, por favor... no me dejes.
    
    - No lo hagas más difícil. Quédate con el recuerdo.
    
    Sabía que el amor dolía, pero no imaginaba hasta qué punto. Pensaba que el sexo era el inicio de mi relación con Maika, pero fue el fin. Desde ese momento, me convertí en un alma en pena. Era incapaz de comer, dormir o concentrarme en los estudios. Mis padres no sabían lo que me pasaba, solo mi hermana conocía la verdad.
    
    Vera había intentado hablar con su amiga, convencerla para que me diera una oportunidad o que al menos me dejara de mejor manera, pero Maika prefería cortar de raíz. Mi hermana no rompió su amistad con ella, pero aquello dañó su relación, ya que pensaba que había jugado conmigo. Sufría mucho viéndome tan mal, se sentía culpable por haberme invitado esa noche a salir con ellas.
    
    Los remordimientos llevaban a Vera a pasarse el día consolándome. Ambos estábamos ya de vacaciones, casi siempre solos en casa y ella, en vez de salir, prefería estar conmigo en mi habitación, hablando, intentando hacer que me riera, pero esa era una misión casi imposible.
    
    - ¿Por qué no salimos a dar una vuelta?
    
    - No quiero ...
«1...3456»