1. Las cálidas manos de mi hermana mayor


    Fecha: 03/11/2019, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    ... de momento soy el único que tiene los dieciocho.
    
    - Coño, es verdad... ya eres mayor de edad.
    
    - Sí, desde hace una semana. ¿Se te había olvidado?
    
    - No, tonto. Quiero decir que ya puedes salir de fiesta.
    
    - ¿Contigo?
    
    - Claro, conmigo y con Maika.
    
    - Creo que no es buena idea.
    
    - Porfa, Luca, tengo muchas ganas de ir a la disco con mi hermanito.
    
    - Y yo contigo, pero sabes cuál es el problema.
    
    - Creo que te conviene verla en otro ambiente, quizás cambien tus sentimientos.
    
    - Dudo que deje de ser maravillosa.
    
    - Creo que cuando la veas bailar te vas a desenamorar.
    
    Al final me convenció. Más nervioso que en mi vida, me puse mis mejores galas, dispuesto a tener mi primera "cita" con Maika. Mi principal preocupación se solventó rápido. Pensaba que no le haría ninguna gracia mi presencia, pero me recibió con alegría e incluso me dio dos besos, nunca me había saludado así. Me puse colorado como un tomate.
    
    En alguna ocasión había visto a Maika en bikini, cosa que había despertado en mí algo más que amor, pero tenerla delante con esa minifalda, la chupa de cuero y el escotazo, era demasiado para mi virgen polla. Estuve empalmado toda la noche, era mirarla y me aumentaba la temperatura varios grados.
    
    En contra de lo que dijo Vera, los extraños movimientos de Maika al bailar no me desenamoraron. Cuando la falda se subía y sus tetazas intentaban escapar, lo único que conseguía era ponerme más cachondo. Tenía que ver cómo los tíos se le acercaban, pero ella quería bailar a su aire. Eso sí, aceptaba todas las copas a las que le invitaban.
    
    A las pocas horas ambas ya estaban borrachas como cubas. Perdí de vista a Vera cuando se fue con un tío, pero Maika se quedó a mi lado, bailando cada vez más cerca de mí. Aunque no esperaba una noche así, se podría decir que estaba yendo bien, aunque solo fuera por estar con ella. Todo se descontroló cuando comenzó a sonar el reguetón.
    
    Mis movimientos se limitaban a ligeros cabeceos y a seguir el ritmo con mi pie derecho mientras sujetaba el refresco de naranja. Bebida que se me cayó al suelo cuando Maika se pegó a mí, colocó su culazo en mi paquete y empezó a perrear. Me quedé quieto, muerto de vergüenza sabiendo que estaría notando mi erección. Ella cogió mis manos y las puso en sus caderas. Me restregó las nalgas por la polla hasta que me corrí.
    
    Por miedo a que viera la mancha en mis pantalones, me fui corriendo al lavabo. Allí estaba mi hermana, bailando de la misma manera con un desconocido. Llevaba la falda subida casi por completo y el pintalabios corrido. La cogí del brazo y me la llevé hasta donde estaba Maika, ya habían bebido suficiente por esa noche, nos teníamos que ir.
    
    Llamamos a un taxi con la intención de que primero nos llevara a mi hermana y a mí a nuestra casa, la más cercana, y después acercara a Maika a la suya. Cuando completó el primer trayecto, me di cuenta de que ella ni siquiera podría salir del vehículo sola. Así que subí las escaleras con Vera y volví a ...
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