1. Si quieres aprender, llámame 2


    Fecha: 02/11/2019, Categorías: Gays Autor: karl, Fuente: TodoRelatos

    ... placer que sentía cuando entraban en juego los tres intrusos y los abría para dilatarme aún más.
    
    “Ahora te voy a follar” me dijo al oído susurrando y excitándome con su aliento . “Primero te meteré el capullo, no creo que te duela mucho porque ya estás dilatado, pero según llegue más dentro, encontrará algún obstáculo, te dolerá, entonces relájate y déjale pasar, el dolor desaparece enseguida. Después gozarás como una perra en celo, desearás que mi polla no salga. Pero eso te costará un dolor que después añorarás y querrás que se repita”.
    
    Con delicadeza hizo que curbara la espalda y me sujetara al lavabo, me abrió bien el ano, se puso un condón con mucha pericia, se embadurnó la tranca con el gel y me humedeció bien la entrada metiendo los dedos. A continuación comenzó la follada prometida.
    
    El capullo mal que bien entró mientras Axel me acariciaba la espalda, el pecho, los pezones, que pellizcaba, y poco a poco fue penetrándome, me dolía pero aguanté hasta que llegó al esfínter interior. “Calma…relájate”, me dijo. Lo intenté pero me dolió y gemí. “Tranquilo…tranqui…” decía mientras presionaba con delicadeza hasta que me abrí y pasó. El dolor pasó y con él la polla de mi maestro. “Ya…ya está..casi…casi”. Apretó y entró del todo hasta que noté su cuerpo en mi espalda, sus dientes mordiendo mi hombro y comenzó a mover sus caderas poco a poco para dejar entrar y salir su falo y comenzar a darme placer.
    
    Al principio me costó acostumbrarme pero el movimiento suave y continuo logró lo que yo nunca hubiera pensado, que el placer se apoderará de mi, que tal placer hiciera que mi chorra chorreara como una fuente dándome más placer aún.
    
    Noté un fuerte azote en mi nalga. Me dolió. Me dio otro, me dolió pero a la vez me excitó más. Otro azote, más excitación aún. “Dame más fuerte”, le dije. “Mas…”. Me azotaba mientras me mordía los hombros y el cuello. El dolor me proporcionaba más placer aún. La mezcla de dolor y del placer que sentía al notar como su verga entraba y salía me estaba volviendo loco. “Ahora si…ahora si soy un mariconazo”, pensé y me oí decir: “Pégame y fóllame… fóllame”..
    
    Axel explotó con un bramido mientras escupía lefa como un loco, me estrujaba los pezones y me mordía la base del cuello hasta hacerme sangre.
    
    Cuando terminó de eyacular, salió de mi culo lentamente y yo me encontré como huérfano. “Ahora te toca a ti. No te has corrido todavía. Venga, fóllame, mete esa tranca que tienes en mi culo y córrete bien en él”.
    
    “No se…” dudé. “Venga, fóllame de una puta vez. Yo estoy dilatado y caliente como una perra, no te costará mucho meterla. Quiero notarla dentro, quiero que la saques y la metas a tu gusto y me hagas disfrutar”. Se dio la vuelta, se untó su entrada, me colocó un preservativo, me cubrió bien el tronco con el gel, se puso en postura, abrió las piernas y me animó: “Vamos allá valiente. Fóllame, yo te he desvirgado, ahora tu corresponde como un buen macho”.
    
    Su espalda estaba caliente, como su pecho y su ...