1. Si quieres aprender, llámame 2


    Fecha: 02/11/2019, Categorías: Gays Autor: karl, Fuente: TodoRelatos

    ... Axel comenzó a reírse. Yo creí que era una broma, pero no, no era broma. Me dijo que eso era normal, que había que limpiar la cañería para no manchar. El ya lo había hecho antes de yo llegar. Dicho esto salió del baño y me dejó sólo hasta que reaccioné, asimilé lo que me había dicho y vi que tenía cierta razón por lo que me dispuse a comenzar con la labor de limpieza.
    
    Noté como me iba entrando el agua hasta que me sentí lleno. Lo dejé y esperé a soltar toda el agua, que salió sucia, lógicamente, pero me gustó notar el agua tibia caer por mis piernas mientras meaba por el culo. Volví a hacerlo una y otra vez gozando de las meadas anales hasta que vi que salía limpia. “Axel”. Le llamé “Ya sale limpia”.
    
    Al cabo de unos instantes entró en el baño completamente desnudo. Me secó el culo y las piernas, cogió del estante un frasco, se untó las manos y me masajeó los huevos, eso no me lo esperaba, que placer notar sus manos masajeando mis huevos y luego mi verga. Me dio la vuelta y me masajeó la entrada de mi culo, mi ojete, los bordes del ojal, que lo tenía muy sensible, respondieron cerrándose, pero según lo acariciaba, se abrían.
    
    “Niño… te voy a follar”. Me paralicé, no me lo esperaba. “Te voy a demostrar que eres maricón. ¿Eso es lo que quieres saber, no?. Yo estaba aterrorizado, tenía pánico al dolor, tenía pánico a que después de eso ya no tendría marcha atrás, que sería un “dao por culo”, un puto maricón sin remedio. ¿Y si realmente me gustaba?. Todo eso corrió por mi mente en segundos mientras Axel se ponía de pie a mi espalda, me abrazaba, notaba su tranca en mi culo, me apretaba el vientre para acercar más mi ano a su polla. “No tengas miedo, te voy a preparar para que sea lo más dulce posible y darte el máximo de placer. No te arrepentirás”.
    
    Yo seguía en tensión y él fue poniéndose de rodillas, me abrió los cachetes para dejar mi entrada a su merced, se humedeció los dedos y comenzó a rozarme la entrada con una mano, mientras que la otra me agarraba los cojones. El dedo invasor iba jugando en mi entrada hasta que poco a poco se iba introduciendo por mi agujero. “Tranquilo, relájate…tranquilo. Vas a ser mío y sólo mío y te voy a tratar muy pero que muy bien”.
    
    El primer dedo entró sin dificultad y noté como jugaba en mi interior. Luego pasó a jugar con el segundo. Este me dolió un poco pero no me importó. Me abrí de piernas instintivamente para dejarle entrar sin impedimento. Y fue entrando poco a poco. Axel jugaba con los dos. Me abría los cachetes para dilatarme y escupirme en el centro del agujero y luego metía los dos dedos para que yo me fuera acostumbrando.
    
    El placer que me daba hacía que me abriera más y más y me oí decir “Mete otro más”, y Axel me obedeció. Se untó con más gel, abrió más el culo y fue metiendo el tercer miembro. Me oí gemir del placer que me estaba dando y noté como se cargaba mi polla del líquido preseminal y lo expulsaba de un trallazo para luego no dejar de gotear a lo largo de mi falo. Tal era el ...