Pau y las prácticas en la Masía. Capítulo 5 - Relatos Eróticos

Pau y las prácticas en la Masía. Capítulo 5

... cuantos cms? Le viste tieso? Morcillón? Que tal el culo?. Yo iba contestando entre las carcajadas de los tres. Estaba siendo divertido. Manel no intervenía mucho, pero me fijé que su mano estaba dentro del bóxer. A Jordi le daba igual, estaba totalmente empalmado, pero seguía preguntando.

Hubo unos segundos de silencio, que fueron interrumpidos por una pregunta, que no esperaba y mucho menos que viniera de Manel. A pesar de los 18 años que tenía, no dejaba de sorprenderme.

Nos levantamos y chocamos nuestros vasos. Hasta ese momento, seguramente por el alcohol, no me había dado cuenta, que mi polla estaba morcillona y se intuía perfectamente en el bóxer. Los tres bebimos de un solo trago el whisky. Mi mirada, de forma inconsciente, se dirigió al paquete de Manel. No estaba duro, pero los 19 cms se apreciaban perfectamente, estaba también cachondo.

Miré de reojo a mis amigos. Jordi, a mi lado, seguía totalmente empalmado. La mano de Manel se deslizaba despacio por su miembro, con la otra se masajeaba los huevos. El video apareció. Dos chavales rubios aparecían tumbados junto a una tía en una cama. Tendrían 20-22 años, estaba claro que aquello era un trio bisexual. Sería por la hora y el nivel de alcohol, pero en otro momento seguro que Manel o yo, hubiéramos vacilado a Jordi, por poner un video bisex. Esa noche nadie dijo nada.

Me centré en el video. Cerré la mano sobre mi prepucio, me lo baje y empecé a pajearme. El silencio del salón, se rompió. Primero con los gemidos que venían de la tele y en seguida, por el sonido de nuestras manos recorriendo los rabos. Sentía, el muslo de Jordi, junto al mío. En ese momento, los tres actores se desnudaban y empezaban a sobarse. Uno de ellos me ponía bastante cachondo.

Miré a Jordi de reojo. Su mano derecha subía y bajaba por su tronco. Lo hacía despacio. Miré también a Manel y lo que vi, me dejó en shock.

Miraba la tele. Su cuerpo se marcaba más que de costumbre. Esos abdominales eran la envídía del equipo, los tenía muy trabajados. Sus brazos descansaban sobre el sofá, la mano que recorría aquella polla, era la de Jordi. Lo hacía despacio. Disfrutando de cada pasada. Su mano parecía pequeña recorriendo los 19 cms, que ya estaban completamente erectos. El glande rosado contrastaba con el color oscuro del tronco.

A pesar que Jordi, había propuesto alguna vez, cascárnosla entre nosotros, nunca habíamos cruzado esa línea. Eramos amigos y probablemente, nos daba vergüenza hacerlo. Lo que estaba claro, que Jordi y Manel ya la habían cruzado. Me sorprendió mi reacción, quizás por la bebida, pero lo que veía no me desagradaba, es más, me daba morbo.

Mientras miraba, como Manel era pajeado por Jordi, este me miró. Tenía la mirada perdida, supongo que como yo en ese momento, pero me sonrió. Nos conocíamos desde hace bastante. No hizo falta que dijera nada. Yo no era consciente, que lo que iba a pasar, me cambiaría la vida.

Vi como su mano se movía. No me dio ningún pudor, ni vergüenza, ...