1. Groupies


    Fecha: 31/10/2019, Categorías: Incesto Autor: SweetCuntMommy, Fuente: TodoRelatos

    ... novio, inmovilizado tras un asalto nocturno. La pareja violadora era morbosa a más no poder.
    
    Mamá me abría tan fuerte que me hacía daño, pero no me importaba demasiado a esas alturas. Nos separamos de cintura para arriba para que papá pudiera vernos bien mientras nos follaba y para poder besarnos y mirarnos a los ojos. Primero se la metió a Mariposa, que empezó a boquear como un pez fuera del agua y justo antes de provocarle un orgasmo, me la clavó a mí. Madre del amor hermoso…
    
    Lo de que el tamaño no importa se lo decimos a nuestras parejas para que puedan dormir bien por las noches, pero mi madre y yo estamos solteras, así que esa noche gritamos sin cortarnos un pelo. Como digo: madre del amor hermoso…
    
    Papá Stick no consiguió aguantar mucho más, pero nos dejó bien descansaditas y felices, perdiendo la cuenta de nuestros orgasmos hasta alcanzar el suyo. Supimos que estaba a punto cuando se salió de ambas para apuntar con su cipote nuestras caritas.
    
    Mamá y yo nos desenredamos y buscamos un último clímax, clítoris contra clítoris en una tijera salvaje. Los tres llegamos casi a la vez. Primero se corrió mamá y le agarré el pelo para que sus movimientos (se sacude como una lagartija) no separaran su mejilla de la mía. Después mi papá, sobre ambas y por último yo. Fue la Hostia.
    
    Con H mayúscula. Stick cayó desfallecido (es un hombre maduro) entre ambas y nos dormimos los tres abrazados y con el aire acondicionado en marcha. A mamá y a mí nos despertó un flash en la penumbra (mi padre había suavizado las luces tras encender el aire) y nos partimos de la risa al unísono. No sé si estábamos guapas con el maquillaje corrido (sí, en todos los sentidos) pero al viejo rockero se lo parecía.
    
    Nos dio algunas de las polaroid, haciéndonos prometer que no las subiríamos a redes sociales (nos habrían cerrado los perfiles) y tras pedirnos un Uber, nos invitó a Bourbon.
    
    De vuelta en casa, subí el selfie que nos habíamos hecho justo antes de comenzar el concierto. Salimos guapísimas, con el signo de la V frente a nuestras lenguas (es una sugerencia nada sutil al amor lésbico) y con el maquillaje aún en su sitio.
    
    Las que nos hizo Stick están en un álbum secreto. Uno que nunca jamás verá la luz.
    
    Es sólo para nosotras. 
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