1. Mientras mi hermana da el pecho


    Fecha: 29/10/2019, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    ... mi hermana las centré en el primer polvo. Si encontraba a una chica que me dejara llegar hasta el final, quizás dejara de tenerla tan mitificada y me centrara en el placer que tanto tiempo llevaba buscando.
    
    Esa pérdida de la virginidad parecía no llegar nunca. A pesar de la facilidad que tenía para ligar, me estaba costando encontrar una que quisiera culminar. Mi hermana siempre se había ofrecido para hablar conmigo de chicas y darme algún consejo, cosa que siempre rechazaba por la vergüenza que me daba. Pero llegué a desesperarme.
    
    - ¿Algún problema, hermanito?
    
    - El mismo de siempre... las chicas.
    
    - ¿Cómo puede ser posible? Si eres un bombón.
    
    - Eso me suelen decir, pero luego nada.
    
    - ¿Nada de nada?
    
    - Bueno, ya sabes... no consigo llegar hasta el final.
    
    - ¿Y por qué tienes tanta prisa?
    
    - Porque estoy harto de que me dejen a medias.
    
    - ¿Estás seguro de que sabes cómo tratarlas?
    
    - Les doy lo que me piden. Tanto los besos como las caricias por todo el cuerpo.
    
    - ¿Lo haces con sutileza o vas directo al grano?
    
    - No lo sé, hago lo que me dicta el instinto.
    
    - Pero con nosotras es diferente.
    
    - ¿Qué quieres decir?
    
    - A mí me gusta mucho que me besen el cuello, por ejemplo.
    
    - ¿Y qué más?
    
    - Que me estimulen los pechos, no solo que me los estrujen.
    
    - ¿Algo más? - Pregunté mientras comenzaba a excitarme.
    
    - Las caricias entre las piernas siempre primero por encima de las braguitas.
    
    No pude evitar imaginarme que le hacía todo eso a mi hermana y tuve que irme de inmediato al cuarto de baño para pajearme. Aunque sabía que lo de que Meri parecía una santa solo era cosa mía, escuchar de su boca que disfrutaba con esas cosas fue impactante. Por entonces, ella tenía veintidós años, pero nunca le habíamos conocido un novio formal.
    
    Como era obvio, que nunca hubiera traído un chico a casa para presentarlo como novio no quería decir que no tuviera sus líos. Meri solía salir a menudo con sus amigas y llegaba a altas horas de la madrugada. En alguna ocasión había conseguido leer conversaciones suyas en las que hablaba de lo bien que se lo había pasado con un muchacho en concreto. No mencionaba explícitamente el sexo, pero se podía intuir.
    
    Si yo veía a Meri como una santa, para mis padres directamente era una virgen, en el sentido literal. Nunca lo hablaban con ella, pero les había escuchado decir que no creían que fuese de las que echaban polvos sin compromiso, aunque no lo decían con esas palabras. En el fondo, yo esperaba que así fuera, que nadie hubiese tocado ese cuerpo perfecto que no podía evitar imaginar como mío. Hasta que llegó la desilusión.
    
    - Jorge, necesito contarte algo.
    
    - Claro, ¿qué sucede?
    
    - Creo que estoy embarazada.
    
    - Meri... ¿estás segura?
    
    - No del todo, pero no me baja la regla y para eso soy un reloj.
    
    - Pero, ¿tú has...?
    
    - ¿Follado?Sí, claro. ¿Te crees que tengo doce años?
    
    - No, pero como nunca has tenido novio.
    
    - Es que no es necesario tener pareja para ...
«1234...7»