1. Propuesta indecente: Por cuanto me lo das


    Fecha: 02/04/2019, Categorías: Confesiones Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... Uno siente ese apretón de sus labios y llega a un punto en esa primera penetración que uno siente pegar en algo. Luego creo que su vagina se ajusta y si se ajusta cuando paren a un crío de dos o tres kilos, cómo no se van a ajustar a una verga de solo 22 centímetros. Nos bañamos y nos secamos y esta vez le dije a Alexa que quería comerme su conchita, pues hacia ahí me dirigía cuando culminaba con un orgasmo.
    
    Se acostó de nuevo en la cama y esta vez pusimos una toalla debajo de sus nalgas, pues la sabana estaba aun mojada de la primera corrida. Vi ese cuerpo perfecto, esa carita preciosa de esta mujer que me sonreía y volvió a gemir cuando mis labios rozaron los labios de su vulva recién afeitada. Le meneaba la lengua de arriba hacia abajo, le mordiscaba los labios y llegaba con ímpetu a hacerle círculos con la punta de mi lengua en su ya inflamado clítoris. volvía a gemir y a decir:
    
    - ¡Por Dios… tienes una lengua divina! Nunca me habían dado un mameluco así de rico.
    
    - ¿De veras te gusta que te la chupen?
    
    - ¡Me fascina! Y tu pareces ser un experto en esto.
    
    Le chupaba la panocha de arriba abajo, a veces llegaba a su perineo amenazando chuparle el culito que se contraía y a todo esto mis dedos apretaban sus dos pezones. Los decibeles de sus gemidos volvieron a elevarse y Alexa solo masajeaba los pelos de mi cabeza y la empujaba como para que le hundiera mucho más mi lengua. Ocho o diez minutos después, ella comenzó a hacer el mismo vaivén y sus flujos de líquido vaginal escurrían por aquella abertura. Sabía que en segundos se correría porque levantaba su pelvis y me empujaba la cabeza en contra de su panocha. Yo no dejaba de masajear sus tetas y de repente explotó con un segundo orgasmo. Jadeaba como loca y ese vaivén no cesó hasta que esa onda orgásmica le había recorrido todo su esbelto y petit cuerpo. Yo seguí chupando su clítoris y se lo apretaba con mis labios y con los segundos, minutos después de ese último orgasmo me decía que se corría otra vez: ¡Oh, Dios mío… me estás haciendo acabar de nuevo! – Tuvo dos orgasmos separados por dos minutos y este último le hacían temblar los músculos de sus piernas y nalgas y sonriendo me dijo: ¡Me vas a volver loca!
    
    Esta vez solo se limpió con una toalla húmeda su sexo y yo me fui al baño a limpiar los jugos de su sexo en mi boca. Regresé y Alexa me dio un beso de lengua muy prolongado y de esa manera supe que estaba satisfecha, que la estaba pasando bien. Ella me pidió que me acostara de espaldas en la cama y comenzó a montarme dejándome ver como sus dos tetas redondas rebotaban al compás de unas eróticas mecidas. Se abalanzó contra mi mientras ella movía sus caderas haciendo ese vaivén exquisito y yo chupaba el pezón de una de sus tetas y las intercambiaba con los segundos y ella me dijo: ¡Realmente eres un cabron para coger… me vas a hacer acabar otra vez! – Cerró sus dos achinados ojos y frunció sus labios y sentí como su vientre se contrajo y yo también no pude más y los dos nos ...
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