Un día de mierda - 2 - Relatos Eróticos

Un día de mierda - 2

... doble fila. Nunca me he explicado como gente que se mata haciendo ejercicio, luego tiene que llegar en coche hasta la misma puerta de los sitios, así que me tocó aparcar también en doble fila, lejos de la entrada y como no quería que nadie montara un pollo tocando el claxon si lo dejaba encerrado, me quedé dentro del coche por si había que moverlo. Aunque estaba un poco lejos, desde allí podía ver la puerta del gym cuando saliese Maite.

En lo que esperaba a que saliera, cogí el móvil para avisarle que la esperaba fuera pero había entrado un nuevo mensaje del número desconocido “Sigues sin decir nada? Es que no te acuerdas?”. Añadí el número desconocido a la lista de contactos. Al hacerlo, en Whatsapp apareció el nombre y la foto del dueño del móvil. El número desconocido no se ocultaba. Su nombre en la aplicación era “Xavi” y como foto de contacto tenía una bastante hortera de un tío, que supuse sería él, de espaldas mirando al mar en una puesta de sol.

Empecé a dudar si contestar o no ¿Qué demonios querría aquel Javier a estas alturas, después de casi 20 años de aquello? ¿Chantajearme? ¿Por qué había grabado lo que hicimos? ¿Estaría el video circulando por ahí?

Fuera quien fuera, estaba claro que de alguna manera había sido capaz de localizarme y conseguir mi teléfono… Tendría que contárselo a Maite y no sabía cómo iba a reaccionar. Por un lado, seguíamos siendo bastante abiertos en lo que al sexo se refiere y aunque nuestra actividad se había resentido algo con la edad, seguíamos follando a menudo y por supuesto, seguíamos practicando todo tipo de guarradas en la cama, así que estaba completamente seguro de que Maite no se iba a llevar las manos a la cabeza por saber que su marido un día de hacía muchos años había querido experimentar con otro tío. Yo tampoco lo haría si fuese al revés.

Otra cosa es la infidelidad y que durante todos esos años se lo hubiese ocultado, máxime habiendo ocurrido estando ella embarazada.

Maite y yo, después de 25 años viviendo juntos y casi 18 de casados, porque al final después de nacer Toño, nuestro hijo menor, nos casamos, nos seguíamos queriendo. Habíamos tenido épocas malas, como supongo le ocurre a todas las parejas, y yo le había sido infiel, aparte de aquella vez con aquel tío, un par de veces con compañeras del trabajo pero siempre fueron polvos de aquí te pillo aquí te mato, para quitarnos el calentón. Nunca tuve un lío extramatrimonial porque nunca me enamoré de nadie como sí lo estaba de ella. Maite supongo que alguna que otra vez, también me habría puesto los cuernos. Si yo lo había hecho, y con compañeras de trabajo casadas, he de asumir que ella lo habría hecho igual y a estas alturas de la vida si habia algo que tenía claro era que, en lo relativo al sexo, los dos éramos bastante viciosos. Tampoco me hacía mala sangre. Son cosas que pasan. Lo importante es seguir queriéndose y como dice el refrán, ojos que no ven…

Me había quedado ensimismado con el móvil y no le había enviado el ...