1. Un día de mierda - 2


    Fecha: 01/04/2019, Categorías: Bisexuales Autor: MadridRelatos, Fuente: TodoRelatos

    ... habitaciones en el mismo piso, separadas por un par de puertas. Al despedirnos, propuso devolverme la invitación tomándonos la última en el minibar de su habitación, lo que acepté. Me apetecía charlar un rato más y tomarme otra copa. Otra de las consecuencias del embarazo es que llevábamos también tiempo sin salir por ahí y oye… para un día que la cosa se podía alargar no iba a desperdiciarlo.
    
    Entro un momento al baño de mi habitación y ahora me paso, le dije.
    
    A los cinco minutos estaba en la habitación de mi nuevo colega. La habitación era clónica de la mía con una cama grande, una butaca, una mesa y una generosa pantalla plana de TV que por aquel entonces empezaban a popularizarse. Con lo que había en el minibar Javier se preparó un ron con cola y yo me abrí la única botellita de Johnnie Walker que había disponible. Me senté en la butaca mientras que él se quitó los zapatos y se sentó en la cama con la espalda apoyada en el cabecero.
    
    Retomamos la charla del bar en la que yo recordaba mis tiempos universitarios y Javier me iba actualizando con los cambios que estaban teniendo lugar con los nuevos planes de estudios. En la conversación salió que yo había conocido a mi mujer en la universidad, lo que dio pie a retomar el tema de las parejas y de rebote, el sexo. En ningún momento le comenté ningún detalle de mi vida sexual con Maite, ya que a fin de cuentas acababa de conocerle, pero sí que insinue que era bastante movida. O lo era, al menos hasta hacía unas semanas.
    
    En medio de la conversación, Javier alargó el brazo hasta el mando a distancia y, después de registrarse y mientras seguíamos hablando, activó el Canal + en donde estaban poniendo la porno de todos los viernes.
    
    El porno no era algo nuevo para nadie en aquel momento y menos para Maite y para mi que, de hecho, alguna vez alquilábamos alguna película para entonarnos y aprender nuevas técnicas pero es verdad que no estaba tan a mano como ahora y era de consumo mucho menos habitual. Así que la visión en primer plano de un pollón taladrando la vagina depilada de una actriz tetona y mi propia falta de sexo en las últimas semanas me provocaron una erección díficil de ocultar tras los vaqueros. Cuando en un momento en el que apuraba el güisqui, miré de reojo a Javier, me fijé en que se le notaba también un buen bulto en los pantalones.
    
    Solo nos falta lo de Torrente, comentó en broma refiriéndose a la escena de la película en la que Santiago Segura le propone a su vecino hacerse unas pajillas
    
    No me lo digas dos veces, le respondí riéndome pero completamente salido por la excitación que me estaba provocando la peli y con necesidad de recolocar mi herramienta que a esas alturas ya me estaba haciendo daño dentro de los vaqueros.
    
    Javier me miró un momento, volvió a mirar a la tele y en un pispás se despojó de sus pantalones arrastrando con ellos los gayumbos y dejando a la vista una polla erecta de tamaño parecido a la mía y un pubis con una abundante pelambrera ...
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