1. Mi Amigo el Productor – Capítulo 7


    Fecha: 24/10/2019, Categorías: Incesto Autor: hector37nd, Fuente: SexoSinTabues30

    ... días.
    
    Luego me fui a buscar a Pablo y nos dirigimos al aeropuerto.
    
    Durante el vuelo, que duró más de una hora, los dos estuvimos charlando sobre lo que estábamos buscando: color de cabello, estatura, color de ojos, contextura física, tamaño de su pene, etc… también estuvimos de acuerdo que debía ser un niño educado, en lo posible de una familia acomodada que hubiese perecido en el terremoto.
    
    Al llegar al destino, nos alojamos en uno de los pocos hoteles que no habían sido destruidos por la furia de la naturaleza, y luego nos dirigimos a las oficinas del juez de paz.
    
    Todo fue bastante sencillo, demasiado se podría decir.
    
    El juez escuchó nuestro pedido y, considerándonos hombres de bien, redactó una nota y nos envió a una instalación cercana donde se daba refugio a los niños y niñas que habían quedado huérfanos.
    
    El lugar era desagradable, casi inmundo… los niños dormían sobre camastros sin sábanas ni frazadas, y se los veía sucios y mal alimentados.
    
    La encargada del lugar, revisó la nota escrita por el juez y nos permitió pasar sin más trámites.
    
    Caminamos por las habitaciones y el patio, hasta que vimos un niño que nos pareció precisamente lo que estábamos buscando. El jovencito estaba sentado sobre el borde de una de esas camas miserables, cabizbajo, con la cabecita entre sus manos, tal vez llorando. No lo sabíamos bien.
    
    Nos sentamos una a cada lado y yo le levanté la cara con una mano bajo su mentón.
    
    Era un niño precioso de ojos claros y cabello castaño, lacio y algo largo, que le llegaba casi hasta los hombros.
    
    “Hola amiguito!” le dije, “¿cuál es tu nombre? Yo soy Héctor y este es mi amigo Pablo.
    
    “Me llamo Sebastián…” nos dice con voz queda, mientras nos mira con curiosidad, y algunas lágrimas le caen por sus hermosas mejillas.
    
    Poco a poco fue tomando confianza y nos contó que toda su familia había muerto cuando la casa se desplomó como castillo de naipes, y que él se había salvado por estar jugando en el jardín durante el peor momento del terremoto.
    
    Yo le expliqué que buscaba adoptar un niño, que había enviudado y que tenía una hija de nueve años, una niña que quería tener un hermanito. Que vivíamos en una gran ciudad y que nada le faltaría si aceptaba que yo fuese su nuevo papá.
    
    Sebastián apenas esbozó una sonrisa pero aceptó y fuimos a hablar con la encargada del lugar.
    
    “Pueden llevárselo a su hotel si quieren, pero no podrán salir del país hasta que el Juez le firme los papeles de adopción.” me explicó de mala gana la mujer.
    
    “Perfecto, nos llevamos a Sebastián ahora y mañana lo llevaremos al juez…” le dije a la mujer, y nos llevamos al chico, que no tenía ninguna posesión, solamente la ropa que llevaba puesta.
    
    Ya en la calle, Sebastián se tomó de nuestras manos, como temeroso o buscando protección, tal vez traumatizado por la terrible experiencia vivida.
    
    Ya eran como las seis de la tarde. Lo llevamos al hotel y a nuestra habitación.
    
    “Sebastián acá tenés nueva ropa que compramos para ...
«12...4567»