1. Los cuentos de Danielito


    Fecha: 20/10/2019, Categorías: Gays Autor: Arismendi, Fuente: TodoRelatos

    ... que se veía contento de verme.
    
    -Aquí tienes tu biberón, primito-Me enseño su verga ya erecta.
    
    Yo me fui de una a besar la cabeza y saborearlo, era algo que me gustaba y quizás no es tan común pero soy adicto al olor de hombre, eso me prende muchísimo más, cosa que logro que me metiera todo aquello hasta la garganta, haciendo que mi primo se estremeciera en la cama.
    
    Dios me había bendecido con un culito pequeño pero parado y con una garganta que no conocía de delicadeza porque aquello que me estaba tragando era enorme y yo solo quería sacarle la leche.
    
    Apretaba mi cara hasta tenerla todo y sus bolas pegaban de mi barbilla, quedándome un ratito haciendo movimientos leves pero poderosos que lo tenían casi desmayado.
    
    -¡Ay primito! ¡que bien mamas!-Dijo con la voz entrecortada.
    
    Yo sacaba su verga de mi boca y enseguida bajaba hasta tragármela toda, desde muy joven había aprendido sobre artes orales y no dejaría de disfrutarlo.
    
    -Moncho tenía razón cuando me decía que era lo mejor que le habías pasado-Susurro.
    
    Debo confesar que ya le había hecho favores a muchos en el barrio y caí en mano de mi primo por culpa del cabrón de Moncho quien borracho le confeso que la chica que le estaba sacando la leche últimamente era yo, su primo Danielito.
    
    Caí en una trampa, mientras mamaba entre una casa abandonada confiando en que Moncho vigilaría, pero fuimos encontrado por mi primo y al final termine tragando la leche de los dos solo que este último tenía una verga que dejaba en pena a su amigo y así fue como deje mi boca exclusivamente para la familia.
    
    Recordando que aquella tarde cuando entré a la casa abandonada fui tratado sin perdón de aquellos dos, se me prendió mas la excitación y acelere el ritmo en la mamada que le estaba haciendo a mi primo.
    
    Yo estaba volando y hasta creí no respirar porque me volví loco, aquel ritmo infernal solo llevaría a una cosa y no se hizo esperar.
    
    -¡Aguanta carajo!-Grito mi primo, pero ya era tarde.
    
    Me pegue como un becerro a la teta de su mamá, y con mis manos agarre de sus fuertes muslos para sentir como las contracciones se hacían presente una y otra vez. Yo solo cerré los ojos y espere que descargara en mi garganta con mi último aliento.
    
    Cuando me saque la verga, casi caigo desmayado pero estaba contento. Me había tragado hasta la última gota como siempre lo había hecho, quedé respirando profundamente para recuperarme y me sentí en paz. Yo tenía una erección en mí no tan despreciable pene, pero prefería otras cosas.
    
    No se cuanto tiempo quedamos en la cama sin decirnos ni una palabra, mi primo completamente desnudo y yo sigo vestido pero hecho un desastre de babas. Me limpio con su boxer y volteo a su cara pero noto que está casi roncando. Solo me quedó reírme, él siempre había sido un idiota, sin embargo, me encantaba.
    
    Vi su cara, me gustaba su color de piel en especial en los brazos y su pecho. Se veía suave pero tallado en mármol, se notaba que el ejercicio había hecho un buen ...
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