1. Los cuentos de Danielito


    Fecha: 20/10/2019, Categorías: Gays Autor: Arismendi, Fuente: TodoRelatos

    ... virgen y peor aún, que soy hetero.
    
    Nunca falta mi tía que me echa la bendición y me dice: -Que el señor te traiga muchas chicas bellas, sobrino bello-. Cada vez que la tia ingenua me dice eso, solo queda reírme y lanzar aquel “silencio gay” para disimular mi falta de apetito sexual hacia las mujeres. Sus comparaciones con mi primo que a sus 28 años ya tiene 3 hijos nunca pero nunca se dejan esperar y yo como una persona educada y no conflictivo la escucho.
    
    Quisiera gritarle que me gusta el chorizo en todas sus formas, pero lamentablemente no quiero ver con un infarto a mi querida y evangélica tía, por eso esta historia se la quiero dedicar a ella aunque nunca la vaya a leer o eso espero.
    
    CUANDO ESTEMOS SOLOS
    
    No soy de despertarme temprano los domingos, en realidad desde que tengo uso de razón me despierto casi para almorzar en pleno mediodía, pero como se que me encanta mamar y no hay que desaprovechar las oportunidades, eran las 8:00 am y yo estaba bañándome porque tenía una cita en una hora.
    
    No iría muy lejos, a un par de cuadras así que fue ponerme un pantaloncito, unas gomas y una franelilla, iba caminando y sentía algo de nervios. Me sentía limpio y suave con una crema que había comprado mi mamá, me sentía listo y tratando de no tener una erección porque no llevaba ropa interior.
    
    Como cosa milagrosa, no había mucha gente en la calle y tampoco era algo que me importara mucho. Llegue a la casa azul con blanco, toque el timbre y él tardo en salir. Seguí insistiendo hasta que escuche un grito-Ya voy-.
    
    Venía con cara de dormido, sin camisa y con un boxer rojo que marcaba paquete sin temor a nada. No pude disimular quédarme hipnotizado con aquella imagen. El me gustaba, tenía el abdomen casi plano, unos brazos marcados, unas líneas en el abdomen que lo hacían ver muy atractivo y una sonrisa de esas que provoca darle culo de una.
    
    -Me quede dormido, Danielito- Rió. Cerro todo, me abrazo fuerte y entramos como si nada-Anoche me fui a una rumba y llegué tarde, pero aquí estamos.
    
    -Tranquilo, yo también me quedé dormido y salí corriendo-Le mentí porque yo llevaba rato despierto y tocándome.
    
    -Vente, vamos al cuarto-Yo seguía a su lado ya emocionado porque sabía lo que pasaría.
    
    -¿Tiene mucho rato que salió?.
    
    -No se, no la sentí salir porque caí profundo pero ayer me dijo que iría a casa de una comadre a terminar unas cosas del culto que hoy hay un evento y luego de eso salen a la reunión-Dijo todo esto mientras se rascaba las bolas y luego se echaba en la cama. Yo estaba desesperado, la sangre la tenía caliente.
    
    Prendió la televisión y puso música, yo me senté en la cama como niño bueno y ya sin mucha timidez fui en busca de lo que quería, la verga de mi primo, aquel con el que me había criado desde pequeño y con quien llevaba semana haciéndole favores orales mientras mi tía estaba en sus asuntos.
    
    Ya me conocía su grosor, su color pero sobre todo su olor a macho, le baje el boxer y deje libre aquel pedazo de carne ...
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