Los cuentos de Danielito - Relatos Eróticos

Los cuentos de Danielito

Feliz año 2023 a todos aquellos amantes de la lectura erótica! Se que siempre estoy desaparecido, pero aquí les dejo este regalo que consta de varios micro relatos sobre las anécdotas de un culito que tuve hace años llamado Daniel.

Actualice la guía de relatos en mi perfil. Se que debo publicar mototaxista pero hasta que no me sienta a gusto con el final de esa trilogía no lo voy a publicar. El relato esta listo pero hay cosas en como lo escribí que no me gustan por eso ha tardado. Se llamara Adrenalina.

Espero que disfruten esta nueva saga.

DANIELITO

Hola, tengo 22 años y soy enfermero, lo que me ha permitido estar independizado de mi familia aunque estoy amarrado a una clínica en la ciudad de Caracas.

Nunca imagine que a mi corta edad, estaría viviendo fuera de mi pueblo y que de alguna u otra forma no debía rendirle cuenta a nadie, bueno si, a la clínica que me tiene esclavizado por un misero salario pero que exige sin límites.

No negare que me gusta lo que hago, pero me siento mal pagado, estresado y abusado con todo el trabajo que a veces nos toca y es que me provoca perderme en una playa con dos negros para que me ayuden a drenar todo esto que siento y olvidarme de todo.

No es algo fácil vivir acá, pero me gusta esta ciudad porque aquí he vivido muchas locuras que me han permitido sentirme pleno, porque las criaturas calenturientas como yo siempre andamos en una aventura.

Disfruto en la calle cuando me miran muchos hombres , la post guardia me ha dejado con ganas de portarme mal y ya no tengo mi uniforme, porque pongo a funcionar esos pantaloncitos muy cortos que me hacen sentir empoderado.

Soy en la mayor parte del tiempo alguien tímido aunque poco a poco va quedando atrás y mi mascara de inocencia se cae. Esta demás de decir que muchas veces llego a casa excitado cuando algunos hombres me lanzan esa mirada de deseo, haciendo que mi temperatura suba y sea inevitable botar la lechita mientras me meto un pequeño estimulador anal.

Toda mi vida había visto como le decían piropos a las mujeres y el hecho que me lo digan a mi aunque a veces en broma, es algo que me pone muy rojo y no puedo disimularlo por mi piel que reacciona a cualquier estimulo por eso aprendí a caminar rápido y esquivar caminos, pero sobre todo a cuidar mis ganas en la calle porque a veces ya los toqueteos a mi mismo no me bajan la temperatura.

Muchos de mis amigos drenan el estrés y la ansiedad bebiendo, yo tengo un problema y es que el alcohol me sube la libido y mientras peor haya sido la semana siento que más sexo necesito. He creado una teoría a modo de chiste con algunos colegas y médicos que le suceden lo mismo que a mi y por ello en la post guardia nos volvemos fieras.

Y como ando en modo confesiones, tengo otro problemita y es que me gustan los chicos con cara de malos y eso me ha traído mas de una vez algunos momentos de adrenalina como este que les voy a confesar, pero guárdenme el secreto que en mi casa piensan que todavía soy ...